5.11.24

"Ventana sobre la palabra - 1 -."

Los cuentacuentos,

los cantacuentos,

sólo puede contar mientras la nieve cae.

Así manda la tradición.

Los indios del norte de América

tienen mucho cuidado con este asunto de los cuentos.

Dicen que cuando los cuentos suenan,

las plantas nos se ocupan de crecer

y los pájaros olvidan la comida de sus hijos."

EDUARDO GALEANO.

De    : " Las  palabras   andantes."

1.11.24

"Ventana sobre este libro."

Artista José Francisco Borges.

"Una mesa remendada, unas viejas letritas móviles de plomo

 o madera, una prensa que quizá Gutenberg usó: el taller

 de José Francisco Borges en el pueblo de Bezerros,

 en los adentros del Nordeste del Brasil. 

El aire huele a tinta, huele a madera. 

Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las talle,

 mientras los grabados frescos, recién despegados,

 se secan colgados de los alambres. 

Con su cara tallada en madera, Borges me mira sin decir palabra.

 En plena era de la televisión, Borges sigue siendo un artista

 de la antigua tradición del cordel.

 En minúsculos folletos, cuenta sucedidos 

y leyendas: él escribe los versos, talla los grabados, 

los imprime, los carga al hombro y los ofrece en los mercados, 

pueblo por pueblo, cantando en letanías, las hazañas de gentes y fantasmas.

 Yo he venido a su taller para invitarlo a que trabajemos juntos.

 Le explico mi proyecto: imágenes de él, sus artes de grabado, y palabras mías. 

Él calla. 

Y yo hablo y hablo, explicando.

 Y él nada. Y así sigue siendo, hasta que de pronto

 me doy cuenta: mis palabras no tienen música.

 Estoy soplando en flauta quebrada.

 Lo no nacido no se explica,

 no se entiende: se siente, se palpa cuando se mueve. 

Y entonces dejo de explicar; y le cuento.

 Le cuento las historias de espanto y de encantos 

que yo quiero escribir,

 voces que he recogido en los caminos

 y sueños míos de andar despierto, 

realidades deliradas,

 delirios realizados,

 palabras andantes que encontré - o fui por ellas encontrado.

 Le cuento los cuentos; y este libro nace"

Eduardo Galeano.

25.10.24

"Costumbres bárbaras."

 

"Los conquistadores británicos quedaron bizcos de asombro.
Ellos venían de una civilizada nación donde las mujeres
eran propiedad de sus maridos y les debían obediencia,
como la Biblia mandaba, pero en América encontraron
un mundo al revés.
Las indias iroquesas y otras aborígenes resultaban
sospechosas de libertinaje. Sus maridos ni siquiera
tenían el derecho de castigar a las mujeres que les pertenecían.
Ellas tenían opiniones propias y bienes propios,
derecho al divorcio y derecho de voto en las decisiones de
la comunidad.
Los blancos invasores ya no podían dormir en paz:
las costumbres de las salvajes paganas podían contagiar
a sus mujeres."

EDUARDO  GALEANO.

De: "El cazador de historias."