19.7.18

El cinismo se disfraza de realismo.


 "¿Acaso la democracia consiste sólamente en el derecho de votar cada cuatro años? 
¿Derecho de elección o derecho de traición?
 En la Argentina, como en tantos otros países, la gente vota, pero no elige.
 Vota por uno, gobierna otro: gobierna el clon.

El clon hace, desde el gobierno, todo lo contrario de lo que el candidato había prometido durante la campaña electoral. 
Según la célebre definición de Oscar Wilde, cínico es el que conoce el precio de todo y el valor de nada. 
El cinismo se disfraza de realismo y así se desprestigia la democracia.
Las encuestas indican que América latina es, hoy por hoy, la región del mundo que menos cree en el sistema democrático de gobierno.

 Una de esas encuestas, publicada por la revista The Economist, reveló la caída vertical de la fe de la opinión pública en la democracia, en casi todos los países latinoamericanos: hace medio año, sólo creían en ella seis de cada diez argentinos, bolivianos, venezolanos, peruanos y hondureños, menos de la mitad de los mexicanos, los nicaragüenses y los chilenos, no más que un tercio de los colombianos, los guatemaltecos, los panameños y los paraguayos, menos de un tercio de los brasileños y apenas uno de cada cuatro salvadoreños. 
Triste panorama, caldo gordo para los demagogos y los mesías de uniforme: mucha gente, y sobre todo mucha gente joven, siente que el verdadero domicilio de los políticos está en la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones."


EDUARDO  GALEANO

18.7.18

Eduardo Galeano (Relatos) - Bocas del tiempo.


" Los pies del tiempo caminan en nuestros pies...
 De tiempo somos..."

Clase media.

"La clase media sigue viviendo en estado de impostura,
 fingiendo que cumple las leyes y que cree en ellas,
 y simulando tener más de lo que tiene; 
pero nunca le ha resultado tan difícil cumplir
 con esta abnegada tradición."

EDUARDO  GALEANO

" La sociedad sacraliza el orden mientras genera el desorden."


"Entre los niños que viven prisioneros de la opulencia y los que viven prisioneros del desamparo, están los niños que tienen bastante más que nada, pero mucho menos que todo.
 Cada vez son menos libres los niños de clase media.
 A estos niños les confisca la libertad, día tras día, la sociedad que sacraliza el orden mientras genera el desorden.
 El miedo del medio: el piso cruje bajo los pies, ya no hay garantías, la estabilidad es inestable, se evaporan los empleos, se desvanece el dinero, llegar a fin de mes es una hazaña. Bienvenida, clase media, saluda un cartel a la entrada de uno de los  barrios más miserables de Buenos Aires.
 La clase media sigue viviendo en estado de impostura, fingiendo que cumple las leyes y que cree en ellas, y simulando tener más de lo que tiene; pero nunca le ha resultado tan difícil cumplir con esta abnegada tradición.
 Está la clase media asfixiada por las deudas y paralizada por el pánico, y en el pánico cría a sus hijos. Pánico de vivir, pánico de caer: pánico de perder el trabajo, el auto, la casa, las cosas, pánico de no llegar a tener lo que se debe tener para llegar a ser. 
En el clamor colectivo por la seguridad pública, amenazada por los monstruos del delito que acecha, la clase media es la que más alto grita.
 Defiende el orden como si fuera su propietaria, aunque no es más que una inquilina agobiada por el precio del alquiler y la amenaza del desalojo.

Atrapados en las trampas del pánico, los niños de clase media están cada vez más condenados a la humillación del encierro perpetuo.
 En la ciudad del futuro, que ya está siendo ciudad del presente, los teleniños, vigilados por niñeras electrónicas, contemplarán la calle desde alguna ventana de sus telecasas:
 la calle prohibida por la violencia o por el pánico a la violencia, la calle donde ocurre el siempre peligroso, y a veces prodigioso, espectáculo de la vida."

EDUARDO  GALEANO