"El catecismo me enseñó, en la infancia, a hacer el bien por conveniencia y a no hacer el mal por miedo.
Dios me ofrecía castigos y recompensas, me amenazaba con el infierno y me prometía el cielo; y yo temía y creía.
Han pasado los años.
Yo ya no temo ni creo.
Y en todo caso, pienso, si merezco ser asado en la parrilla, a eterno fuego lento, que así sea.
Así me salvaré del purgatorio, que estará lleno de horribles turistas de la clase media; y al fin y al cabo, se hará justicia."
Eduardo Galeano
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