"El Chinolope vendía diarios y lustraba zapatos en La Habana.
Para salir de pobre se marchó a Nueva York.
Allá, alguien le regaló una vieja máquina de fotos.
El Chinolope nunca había tenido una cámara en las manos, pero le dijeron que era fácil:
-Tú miras por aquí y aprietas allí
Y se echó a las calles.
Y poco andar escuchó balazos y se metió en una barbería y alzó la cámara y miró por aquí y apretó allí.
En la barbería habían acribillado al gangster Joe Anastasia, que se estaba afeitando, y esa fue la primera foto de la vida profesional del Chinolope.
Se la pagaron una fortuna.
Esa foto era una hazaña.
El Chinolope había logrado fotografiar a la muerte.
La muerte estaba allí: no en el muerto, ni en el matador.
La muerte estaba en la cara del barbero que la vio."
EDUARDO GALEANO
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