Sinceramente no puedo distinguir una frontera nítida
en la que haya guardias aduaneros que controlen el paso
de lo que estuvo bien o mal, ni cuál es la zona de los errores
y cuál la de los aciertos.
No sé cuál es mi cielo ni mi infierno
porque esas discusiones no coinciden con la realidad que conozco.
El cielo y el infierno están dentro de nosotros mismos
y cada uno sabe cómo manejar cuando uno u otro se desata."
EDUARDO GALEANO
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