"Era Navidad. Y un señor suizo había regalado un reloj suizo a su hijo suizo.
El niño desarmó el reloj sobre la cama... y estaba jugando con las agujas, el resorte, el cristal, la corona... y todos los demás engranajitos, cuando el papá lo descubrió y le propinó tremenda paliza.
Hasta entonces Nicole Ruan y su hermanito habían sido enemigos.
Pero desde aquella navidad, la primera navidad que ella recuerda, los dos fueron por siempre amigos.
Quizás ella supo entonces, que también ella sería castigada a lo largo de sus años... porque en lugar de preguntar la hora a los relojes... iba a preguntarles cómo son por dentro."
Eduardo Galeano.
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