" No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo,
sino a su cruenta decrepitud.
El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo.
Es su consecuencia.
El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno
y continúa alimentándolo.
Impotente por su función de servidumbre internacional,
moribundo desde que nació, el sistema tiene pies de barro.
Se postula a sí mismo como destino y quisiera confundirse
con la eternidad.
Toda memoria es subversiva, porque es diferente,
y también todo proyecto de futuro.
Se obliga al zombi a comer sin sal: la sal, peligrosa,
podría despertarlo.
El sistema encuentra su paradigma en la inmutable sociedad
de las hormigas.
Por eso se lleva mal con la historia de los hombres,
por lo mucho que cambia.
Y porque en la historia de los hombres cada acto
de destrucción encuentra su respuesta,
tarde o temprano, en un acto de creación.”
EDUARDO GALEANO.
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