Rigoberta Menchú cuenta su historia, y contándola cuenta la historia de muchos. Mujer habitada, ella contiene un gentío, que en ella anda y dice.
Otros tiempos respiran en su tiempo, tiempos que vienen de lo más antiguo del tiempo, y son muchos los pies que caminan en sus pasos.
Voz de voces, tiempo de tiempos, Rigoberta no habla sobre los indios mayas, sino desde ellos.
Voz de voces, tiempo de tiempos, Rigoberta no habla sobre los indios mayas, sino desde ellos.
Y con ellos va el lector, página tras página, metiéndose poquito a poco en los misterios de la tierra, donde Rigoberta brotó.
Allí su ombligo fue quemado y enterrado, para que echase raíz; allí recibió su primer nombre, un nombre indígena que le fue prohibido porque no figuraba en el santoral católico.
Este libro relata los sueños y las pesadillas de esa tierra desgarrada por el ejército, violada por los mercaderes, mentida por los políticos, despreciada por los doctores; esa tierra sagrada, donde Rigoberta Menchú se alza sobre las ruinas y dice: "A mí, la vida me maravilla".
Este libro relata los sueños y las pesadillas de esa tierra desgarrada por el ejército, violada por los mercaderes, mentida por los políticos, despreciada por los doctores; esa tierra sagrada, donde Rigoberta Menchú se alza sobre las ruinas y dice: "A mí, la vida me maravilla".
Eduardo Galeano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario