" Diciendo no a las dictaduras, y no a las dictaduras disfrazadas de democracia,
nosotros estamos diciendo sí a la lucha por la democracia verdadera,
que a nadie negará el pan, ni la palabra y que será hermosa y peligrosa,
como un poema de Neruda o una canción de Violeta.
Diciendo no al devastador imperio de la codicia, que tiene su centro en el norte de América,
nosotros estamos diciendo sí a otra América posible que nacerá
de las más antiguas tradiciones americanas.
Diciendo no a la paz sin dignidad, nosotros estamos diciendo sí
al sagrado derecho de rebelión contra la injusticia y a su larga, larga historia,
larga como la historia de la resistencia popular en el largo mapa de Chile.
Diciendo no a la libertad del dinero, nosotros estamos
diciendo sí a la libertad de las personas: libertad maltratada, lastimada y mil veces caída, como Chile, y como Chile mil veces alzada.
Diciendo no al egoísmo suicida de los poderosos
que han convertido al mundo en un vasto cuartel,
nosotros estamos diciendo sí a la solidaridad humana,
que nos da sentido universal y confirma
la fuerza de fraternidades más poderosas que todas las fronteras con todos sus guardianes,
esa fuerza que nos invade como la música de Chile, y como el vino de Chile nos abraza.
Y diciendo no al triste encanto del desencanto,
nosotros estamos diciendo sí a la esperanza,
la esperanza hambrienta y loca y amante y amada, como Chile.
La esperanza obstinada, como los hijos de Chile rompiendo la noche."
Eduardo Galeano
Publicado el 17 de julio de 1988. Nosotros decimos no
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