Se multiplican las armas que custodian esa riqueza,
riqueza de poquitos,
y que mantienen a raya la pobreza de todos los demás.
Y también se multiplica mientras tanto la soledad.
Nosotros decimos no a un sistema que no da de comer ni da de amar,
que a muchos condena al hambre de comida y a muchos más condena al hambre de abrazos.
Decimos no a la mentira.
La cultura dominante
que los grandes medios de comunicación irradian
en escala universal nos invita a confundir el mundo con un supermercado
o con una pista de carreras donde el prójimo puede:
ser una mercancía o un competidor pero jamás un hermano.
Esa mentirosa cultura que cursimente,
especula con el amor humano para arrancarle plusvalía,
es en realidad una cultura del desvínculo.
Tiene por dioses a los ganadores,
los exitosos dueños del dinero y del poder,
y por héroes a los uniformados rambos
que les cuidan las espaldas
aplicando la doctrina de la Seguridad Nacional."
Eduardo Galeano
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