que la pobreza de los pobres no es un resultado de la riqueza de los ricos,
sino que es hija de nadie,
proviene de la oveja de una cabra o de la voluntad de Dios,
que ha hecho a los pobres perezosos y burros.
De la misma manera, la humillación de unos hombres por otros
no tiene por qué motivar la solidaridad,
la solidaria indignación, o el escándalo,
porque pertenece al orden natural de las cosas: las dictaduras latinoamericanas,
pongamos por caso, forman parte de nuestra exuberante naturaleza
y no del sistema imperialista de poder.
El desprecio traiciona la historia y mutila al mundo."
Eduardo Galeano.
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