27.11.15

"Juan Rulfo"



Juan Rulfo escribió poco pero escribió para siempre, y supo crear un lenguaje desnudo, al que no le sobra nada. Rulfo me dijo:- “Para escribir hay que usar la punta del lápiz que tiene goma”.
 En el arte de escribir, suprimir palabras es tanto o más importante que encontrarlas.
 Para encontrarlas hay que saber suprimir las que sobran.
 Y es difícil, porque uno se encariña con las palabras que emplea.
EDUARDO GALEANO.

"Los árboles".



Era silencioso el abuelo de José Saramago: Jerónimo, hombre de la tierra portuguesa, no tenía letras, pero era sabido; y callaba lo que sabía.
Cuando el abuelo Jerónimo se enfermó, calladamente supo que había llegado la hora del adiós. Entonces, caminó por su huerto, deteniéndose de árbol en árbol, y los abrazó, uno por uno: abrazó la higuera, el laurel, el granado y los tres o cuatro olivos.


 El los abrazó, y fue por ellos abrazado.
En el camino, un automóvil esperaba.

 El automóvil se lo llevó hacia Lisboa, hacia la muerte.

EDUARDO GALEANO

"Seguridad ciudadana"

Si no fuera por las muchas ropas que lleva puestas, doña Gertrudis no haría sombra en el suelo; y los vientos del invierno la volarían por los aires. 


Pero ella camina por las calles de Montevideo, encorvada como un signo de interrogación, y solita se las arregla para hacer sus cosas y seguir viviendo.

Un día de éstos, cuando fue a cobrar su jubilación, sufrió un contratiempo.

 Tiempo de destiempos, el peligro acecha en cada esquina: doña Gertrudis no anda desarmada. Ella lleva, siempre, una tijera escondida en la cartera.

Iba sentada en el ómnibus. Miró la hora: le faltaba el reloj.

 Sin vacilar, clavó la tijera en la barriga del joven sinvergüenza que iba sentado a su lado: 

–El reloj –dijo doña Gertrudis.
El muchacho tartamudeó:
–¿Cómo dice, señora?
–El reloj –exigió ella, y la tijera pinchó.
El muchacho le dejó el reloj y de un salto se bajó del ómnibus.
Con el reloj apretado en el puño, y el corazón alborotado, doña Gertrudis llegó a su casa. 


Se hundió en el único sillón, y hablando sola se quedó un buen rato sentada: - Qué se habrán creído, ¿que se van a abusar porque una es vieja?

Cuando abrió la mano, vio que aquel reloj era un reloj de hombre.
 Se levantó, buscó. 
El reloj suyo estaba en la repisa.
Eduardo Galeano

"El comandante que vino de lejos".


"Si hay hombres que contienen
 un alma sin fronteras,
tú eres uno de aquellos."
Miguel Hernández

Oliver law (1900-1937).jpg


Brunete, verano de 1937: en plena batalla, un balazo parte el pecho de Oliver Law.
Oliver era negro y rojo y obrero. Desde Chicago, se había venido a pelear por la república española, en las filas de la Brigada Lincoln.
En la brigada, los negros no integran un regimiento aparte. Por primera vez en la historia de los Estados Unidos, blancos y negros están mezclados. Y por primera vez en la historia de los Estados Unidos, soldados blancos han obedecido las órdenes de un comandante negro.
Un comandante raro: cuando Oliver Law daba orden de ataque, no contemplaba a sus hombres con prismáticos, sino que se lanzaba a la pelea antes que ellos.
Pero raros son, al fin y al cabo, todos estos voluntarios de las brigadas internacionales, que no combaten por ganar medallas, ni por conquistar territorios, ni por capturar pozos de petróleo.
A veces, Oliver se preguntaba:
Si ésta es una guerra entre blancos, y los blancos nos han esclavizado durante siglos, ¿qué hago yo aquí? ¿Qué hago yo, un negro, aquí?
Y se contestaba:
Hay que barrer a los fascistas.
Y riendo agregaba, como si fuera chiste:

Algunos de nosotros tendrán que morir haciendo este trabajo. 
Eduardo Galeano

24.11.15

"Celebrar la diversidad".



"La verdad única no existe. 
Nada más en las cabezas de los nostálgicos del  dogmatismo que te dice que hay una única manera de entender la política o la solidaridad humana.
 O los que creen que este sistema que el mundo está soportando es el único posible.
 Yo no comparto éso para nada, lo que busco es celebrar la diversidad. 
Aquellas mentiras eran arte en el sentido de que el arte siempre es una mentira que cuenta una verdad.
 Los fusilados de Goya siguen cayendo cada vez que alguien los ve.
 Yo busco hechos de la realidad para que la realidad me cuente cómo son las realidades que ella esconde.
 Porque así como el mundo esconde, o tiene en la barriga otros munditos posibles, así también cada realidad contiene otras realidades."

EDUARDO GALEANO( Reportaje)

23.11.15

"Dignidad sobreviviente".

Mucha sangre corrió en la historia de los pueblos africanos que llegaron a América pero también sobrevivieron esencias…


Galeano :  -Cuando los esclavos fueron trasladados en los buques negreros de África a América millones y millones, no se sabe cuantos, hay todos los cálculos que te puedas imaginar, pero no menos de 10 millones sobrevivieron a la travesía. Algunos dicen muchos más, y muchos millones murieron en la travesía por las pestes y por las condiciones en que viajaban atados uno al lado del otro. Los barcos no necesitaban anunciarse. Desde mucho antes se sabía que se acercaban al puerto por el olor, el olor a podrido, el olor a muerto, que tenían los buques negreros.
En esos viajes a través de la mar, no sólamente fueron a parar al fondo de las aguas los negros que morían de peste, de hambre o de tristeza, porque muchos murieron de tristeza o se suicidaban ahorcándose con sus propias cadenas, sino que también fueron a parar al fondo del mar muchos de los dioses que esos hombres tratados como cosas traían del África.


 Sobre todo los dioses de la fecundidad, del trabajo, muy poquitos sobrevivieron a la travesía.
Quizás fue una especie de suerte de resistencia inconsciente. Es algo así como que los dioses de la fecundidad iban a ser mas útiles al amo que a ellos, si nos reproducimos y somos fecundos, mejor para el amo y no para nosotros, ni para esos niños que van a ser condenados a desdicha perpetua.
Y en cambio sobrevivieron los dioses bravíos, los rebeldes, los revoltosos, los dioses de la pelea, de la pasión, del deseo, los dioses que menos tenían que ver con las obligaciones del trabajo esclavo y más tenían que ver con la dignidad sobreviviente.

 Con esta porfiada dignidad que sobrevivió a lo que parecía que era una aplanadora irresistible, que se manifestó en un movimiento como estos de los quilombos y en una innumerable cantidad de insurrecciones que hubo en las plantaciones, muchísimas. (escribe en un papelito la palabra ‘quilombo’, lo subraya dos veces, lo dobla y lo guarda)

Eduardo Galeano ( Reportaje)

"Necesidades del sistema".


El desarrollo del capitalismo es el desarrollo de una desigualdad creciente entre los que tienen y los que necesitan y, además, conlleva contradicciones que no tienen remedio, porque cuando “el barbudo” descubrió la ley de la tasa decreciente de ganancia descubrió también la principal paradoja del sistema. El sistema necesita brazos baratos y mercados ampliados, pero si los brazos baratos, baratísimos, no pueden comprar, los mercados no se pueden ampliar. Y después, en alguna de sus obras, aunque no lo llegó a desarrollar porque fue un hombre de su tiempo, pero otras contradicciones que él ya apuntó y que ahora son notorias indican que el desarrollo de este sistema capitalista implica la desaparición del planeta. O sea que este proceso en el que estamos metidos con tanto entusiasmo envenena el agua, la tierra y el aire. Yo agrego el alma, aunque eso no es un tema ecológico pero me interesa mucho, porque también envenena el alma de la gente. Pero hablemos sólo de lo que podría ser eso que llaman “el medio ambiente”, que ya no es ni cuarto ni tercio, el poco ambiente que al mundo le queda. A medida que este sistema se va desarrollando se hace cada vez más urgente la mudanza a algún otro planeta, no sé si ya la tienen estudiada los amos del mundo. ¿Adónde se van a ir? ¿A Plutón, a Júpiter? Porque aquí no va a ser más habitable, al ritmo que llevamos. Un sistema fundado en la rentabilidad donde todo lo rentable es bueno y lo que no es rentable está prohibido, conduce al suicidio universal. Entonces, por oposición a eso, uno dice: - “Bueno, habrá que inventar algo nuevo se llame como se llame”.
EDUARDO GALEANO ( Reportaje)