Hoy hubiera sido el cumpleaños de Chico Mendes.
Hubiera sido.
Pero los asesinos de la Amazonia matan los árboles molestos, y también matan a la gente molesta.
Gente como Chico Mendes.
Sus padres, esclavos por deudas, habían llegado a las plantaciones de caucho desde el lejano desierto de Ceará.
Él aprendió a leer a los veinticuatro años.
En la Amazonia organizó sindicatos y juntó a los solos, peones esclavizados, indios desalojados, contra los devoradores de tierras y sus bandoleros a sueldo, y contra los expertos del Banco Mundial, que financian el envenenamiento de los ríos y el bombardeo de la selva.
Y fue marcado para morir.
Los tiros entraron por la ventana.
EDUARDO GALEANO.
De: " Los hijos de los días."