28.7.18

La esperanza...

De la artista francesa Anne Derenne.


" La esperanza es una cosa que tengo cuando me despierto,
 que pierdo en el desayuno,
 que recupero cuando recibo el sol en la calle
 y que, después de caminar un rato,
 se me vuelve a caer por algún agujero del bolsillo.
 Y me digo: “¿Dónde quedó la esperanza?”.
 Y la busco y no la encuentro.
 Y entonces, aguzando el oído, 
la escucho ahí, croando como un sapito minúsculo,
 llamándome desde todos los pastos.
La tengo, la vuelvo a perder. 
Nunca tuve una esperanza de receta,
 comprada en una tienda de corte y confección,
 una esperanza dogmática.
 Es una esperanza viva y, por lo tanto,
 no sólo está a salvo de la duda, 
sino que se alimenta de la duda."
EDUARDO GALEANO.

" Eran otros tiempos..." Recuerdo de infancia de Héctor Tizón.

“Nací por accidente —¿acaso no todos nacemos de ese modo?— en una remota provincia de este vasto y despoblado país.
 Nunca fui un estudiante aplicado ni paciente.
 En realidad, lo que más me gustaba era subirme al tejado
 en cuanto podía y echarme allí, junto a la saliente de la chimenea,
 a ver pasar las nubes y a observar el majestuoso vuelo de las aves”.
Héctor Tizón
El resplandor de la hoguera.-

"Un recuerdo de infancia del narrador Héctor Tizón: en la Avenida de Mayo,
 en Buenos Aires, su papá le señaló a un señor que en la vereda,

 ante una mesita, vendía pomadas y cepillos para lustrar zapatos:

–Ese señor se llama Elpidio González. Miralo bien. El fue vicepresidente de la república.

Eran otros tiempos.
 Sesenta años después, en las elecciones legislativas de 2001,
 hubo un aluvión de votos en blanco o anulados, algo jamás visto,
 un récord mundial.
 Entre los votos anulados,
 el candidato triunfante fue el pato Clemente, que no tiene manos para robar."

EDUARDO GALEANO.
Año : 2001.

Privatizaciones...


"En los años de las privatizaciones, rifaron todo, 
hasta las baldosas de las veredas y los leones de los zoológicos,
 y todo lo evaporaron.
 Los países fueron entregados para pagar la deuda externa,
 según mandaban los que de veras mandan, 
pero la deuda, misteriosamente, se multiplicó entre los dedos ágiles de  Menem
 y muchos de sus colegas.
 Y los ciudadanos, los invisibles, se han quedado sin países,
 con una inmensa deuda que pagar, platos rotos de esa fiesta ajena,
 y con gobiernos que no gobiernan, porque están gobernados desde afuera. 
Los gobiernos piden permiso,
 hacen sus deberes y rinden examen:
 no ante los ciudadanos que los votan,
 sino ante los banqueros que los vetan."

EDUARDO  GALEANO.
Declaraciones . Año 2001.