28.4.22

"Larga historia de despojo enmascarada pero real"

" No era rubio ni tenía ojos azules ..."
diría el prolijo "primer  mundo civilizado"...

  ¿Economía de guerra en tiempos de paz? Pero ¿qué paz?

 Aunque no resonara un solo tiro, ni una sola bomba explosionara, 

una guerra secreta y jamás declarada continuaría cobrando 

treinta millones de víctimas por año, en países como, por ejemplo,

 El Salvador o Guatemala.

 Treinta millones de personas mueren de hambre cada año. 

¿En el mundo? ¡Ah!, no: en el tercer mundo, o sea: en otro mundo. 

Triste destino ha encontrado este término, tercer mundo,

 que Alfred Sauvy creó hace años, sin sospechar que serviría

 de coartada a los países opulentos.

 El llamado tercer mundo integra el mundo capitalista, 

por la sencilla razón de que el subdesarrollo no es una etapa

 del desarrollo, sino la consecuencia histórica del desarrollo ajeno. 

Unos países son pobres porque otros países son ricos,

 al cabo de una larga historia de despojo, enmascarada y mentida,

 pero dolorosamente real.


EDUARDO  GALEANO.

"La guerra de guerras"

 Uno se asoma a las estadísticas internacionales y se pregunta: Pero ¿en qué mundo vivimos? ¿Un manicomio gigante? ¿Un matadero? ¿Quién ha escrito esta obra que estamos obligados a representar? ¿Qué loco o eufórico verdugo? ¿Mentía la historia cuando prometía paz y progreso?

Diez mil personas mueren de hambre cada día, pero cada día gasta el mundo más de mil millones de dólares en ejércitos y armamentos.

 El cotejo de las cifras militares con los datos de analfabetismo, enfermedad y atraso produce estremecimientos de espanto si se piensa que con el coste de un tanque se podrían equipar quinientas aulas escolares;

 que un caza a reacción equivale a 40.000 farmacias, y que con lo que cuesta un destructor se podría proporcionar electricidad a nueve millones de personas.

 Aunque las armas durmieran y no fueran disparadas jamás, de todos modos estarían devorando los recursos de la economía mundial.

 Y por cierto que sí se disparan.

 No contra el hambre: contra los hambrientos.

EDUARDO  GALEANO.

Artículo publicado en 1982.