31.8.18

" Oficio de escribir"


"Hay una responsabilidad en el oficio de escribir
 que no depende de si se escribe un artículo,
 una canción, 
un guión, 
una novela, 
sino del hecho de que esas palabras, si se imprimen,
 se dirigen a otros e influyen en otros."

Eduardo Galeano. 
- Entrevista -
 Año : 2008

" Memoria del Fuego".

" La historia de los nadies,
 de los ninguneados,
 es donde están las voces
 que más vale la pena escuchar."

Eduardo Galeano.

"Memoria del fuego es una obra más trabajada y trabajosa,
 fueron casi diez años, tres tomos 
y mil y pico de historias hasta el presente.
 Fue una tentativa de abarcar la historia de América
 que trató de abarcar aquello que me llamara y me dijera algo,
 y, sobre todo, el desafío de revelar lo escondido,
 lo no dicho,
 la historia de los nadies,
 de los ninguneados,
 que es donde están las voces que más vale la pena escuchar."

Eduardo Galeano.
- Entrevista - 
Año : 2008

Poesía y realidad.


"El hálito poético proviene de la poesía que la realidad contiene. 
Es un modo de expresar las cosas
 para que puedan ser compartidas
 en un acto de comunión entre iguales."

Eduardo Galeano.
- Entrevista -
Año 2008

" La realidad humilla a la ficción."


"Me parece que la realidad humilla a la ficción.
 La realidad es una señora tan loca y tan capaz de poesía
 que no se puede competir con ella. 
Es preciso tratar de conversar con ella para que te cuente
 lo que le pasa y uno es un intérprete. 
Yo no cuento las cosas como las recibo,
 las reelaboro muchísimo, las recreo.
 En lo que escribo desde hace ya unos años
 siempre hay un material de verdad,
 de cosa ocurrida o que ocurre. 
A veces es historia, 
a veces es tiempo presente, 
sin que los separe una frontera."

Eduardo Galeano.
- Entrevista -
Año: 2008.

29.8.18

" Todos los pecados tienen redención, menos el pecado contra la esperanza".

" La esperanza le pertenece a la vida,
 es la vida misma defendiéndose"
Julio Cortázar.


" Cuando trabajaba en el diario " Época"  aprendí cosas que me marcaron para siempre.
 El viejo Quijano, que tenía un estilo de hidalgo caballero y por eso lo llamaban don Quijano de la Marcha, una vez me dijo una frase que me sonó retoriquísima: " - Vos tenés una cara que ya se ve que vas a morir pecando. 
Hacé lo que quieras, pero nunca peques contra la esperanza,
 porque todos los pecados tienen redención, menos el pecado contra la esperanza".
 Con los años aprendí cuánta razón tenía.
 Ese consejo maravilloso debería figurar como una orden
 en los despachos de los políticos y periodistas, 
de los que tenemos algo que ver con la influencia
 sobre la opinión pública o el poder."

Eduardo  Galeano.
- Entrevista -
Año 2008.

" Integrar lo desintegrado".

"Lo esencial es invisible a los ojos".
El Principito.


"El libro : " Espejos" fue escrito para tratar de comprender
 un poco mejor el mundo en el que vivimos
 y para tratar de recuperar los espléndidos colores del arco iris humano, mutilados por culpa del machismo, racismo,
 elitismo, militarismo y no sé cuántos "ismos".
 Y lo mismo con los géneros literarios. 
A medida que iba avanzando en este oficio de escribir,
 me daba cuenta de que lo que iba haciendo 
era cada vez menos clasificable porque trataba de integrar
 lo que estaba desintegrado,
 de borrar las fronteras entre los géneros literarios
 y no darles bola a los guardias aduaneros que son los especialistas en literatura, los expertos, los ideólogos."

Eduardo Galeano.
- Entrevista - 
Año : 2008 .

28.8.18

" Desvínculos"

"El pasado y el presente 
son barajas que vienen muy mezcladas 
y todo lo que ocurrió remite a lo que ocurre..."

"Yo era muy místico de chico.
 Después fui descubriendo otros desvínculos obligatorios,
 como el pasado y el presente. 
"Espejos" está escrito para demostrar
 que el pasado y el presente son barajas que vienen muy mezcladas 
y que todo lo que ocurrió remite a lo que ocurre,
 y lo que ocurre proviene de alguna parte."

Eduardo Galeano.
- Entrevista - 
2008

" Pedazos."

 "Somos "almuerpos" o "cuerpalmas"

 " A lo largo de la vida uno va tratando de reunir sus pedazos.
 Padecemos un sistema del desvínculo que nos ha condenado a la especialización,
 a la fractura,
 al divorcio de las partes que a uno lo integran. 
Durante mi infancia, por ejemplo, el divorcio del cuerpo y el alma. 
Tuve una infancia muy católica, me enseñaron a no confundir la bella con la bestia,
 el alma con el cuerpo. 
Y me costó unos cuantos años enterarme de que somos "almuerpos" o "cuerpalmas",
 y que tal divorcio no existe o no debería existir."

Eduardo Galeano.
- Entrevista -
Año : 2008

Juan Carlos Onetti .

"Las únicas palabras
 que merecen existir son las palabras
 mejores que el silencio."
Onetti.

"Una noche, Juan Carlos Onetti me dijo que las únicas palabras
 que merecen existir son las palabras mejores que el silencio.
 Y éso para mí ha sido siempre una especie de lema. 
Onetti me decía que era un proverbio chino. 
Yo pensé que era un invento suyo porque era muy mentiroso
 y, para dar prestigio a sus palabras, invocaba siempre fuentes inobjetables: "En la Grecia antigua...".
 Pero hace poquito descubrí que es un proverbio hindú."

Eduardo  Galeano.
- Entrevista -
2008.

27.8.18

Los espejos de Eduardo Galeano.


Por Jorge Majfud *
Son muy pocos los casos de escritores que sostienen una total indiferencia por la ética de su trabajo. No son pocos los que han entendido que en la práctica literaria es posible separar la ética de la estética. Jorge Luis Borges, no sin maestría, practicó una forma de política de la neutralidad estética y quizás estuvo convencido de esta posibilidad. Así, el universalismo del precoz posmodernismo borgeano no era otra cosa que el mismo eurocentrismo de la Era Moderna matizado con el exotismo propio de un imperio que, como el británico, se aferraba con la nostalgia de viejo decadente a los misterios de la India sometida y de las noches de una Arabia fuera de los peligros de la historia. No era el reconocimiento de la diversidad –de la igual libertad– sino la confirmación de la superioridad del canon europeo adornado con souvenirs y botines de guerra.
Quizás hubo un tiempo en que verdad, ética y estética eran lo mismo.
 Quizás fueron los tiempos del mito. También ha sido un rasgo propio de lo que llamamos literatura del compromiso. No una literatura hecha para la política sino una literatura integral, donde el texto y el autor, la ética y la estética van juntos; donde literatura y metaliteratura son la misma cosa. Diferente ha sido el pensamiento publicitario de la posmodernidad, estratégicamente fragmentado sin conexiones posibles. Legitimados por esta moda cultural, los críticos del establishment se dedicaron a rechazar cualquier valor político, ético o epistemológico de un texto literario. Para este tipo de superstición, el autor, su contexto, sus prejuicios y los prejuicios de los lectores quedaban fuera del texto puro, destilado de toda contaminación humana. Pero ¿qué quedaría de un texto si le quitamos todo lo metaliterario? ¿Por qué el mármol, el terciopelo o el sexo repetido hasta el vacío habrían de ser más literarios que el erotismo, un drama social o la lucha por la verdad histórica? Rodolfo Walsh dijo que una máquina de escribir podía ser un abanico o una pistola. ¿No ha sido esta fragmentación y posterior destilación una estrategia crítica para convertir la escritura en un juego inocente, en un calmante más que en un instrumento de inquisición contra la musculatura del poder?
En su libro " Espejos" Eduardo Galeano contesta estas preguntas con su inconfundible estilo –Borges reconocería: con amable desdén–, sin ocuparse de ellas. Como sus libros anteriores desde Días y noches de amor y de guerra (1978), Espejos está organizado con la fragmentación posmoderna de la cápsula breve. No obstante todo el libro, como el resto de su obra, muestra una inquebrantable unidad. Su estética y sus convicciones éticas también. Aún en medio de las más violentas tormentas ideológicas que sacudieron la más reciente historia, esta nave no se ha resquebrajado.
Espejos amplía a otros continentes el área geográfica de América latina que había caracterizado por décadas el interés principal de Eduardo Galeano. Su técnica narrativa es la misma que  la trilogía Memoria del Fuego (1982-1986): con un narrador impersonal que cumple con el propósito de aproximarse a la voz anónima y plural de “los otros” y evitando la anécdota personal, con un orden temático algunas veces y con un orden cronológico casi siempre, el libro se inicia con los mitos cosmogónicos y culmina en nuestros tiempos.
 Cada breve texto es una reflexión ética, casi siempre reveladora de una realidad dolorosa y con el invalorable consuelo de la belleza de la narración.
 Quizás no otro es el principio de la tragedia griega: la lección y la conmoción, la esperanza y la resignación o la lección mayor del fracaso. Como en sus libros anteriores, el paradigma del escritor comprometido latinoamericano, y sobre todo el paradigma de Eduardo Galeano, parece reconstruirse una vez más: la historia puede progresar, pero ese progreso ético-estético tiene por destino utópico el origen mítico y por instrumentos de lucha la memoria y la conciencia de la opresión.
 El progreso consiste en una regeneración, en la recreación de la humanidad tal como lo hiciera el más sabio, justo y vulnerable de los dioses amerindios, el hombre-dios Quetzalcóatl.
Si quitásemos el código ético desde el cual se realiza la lectura de cada texto, Espejos estallaría en fragmentos brillantes; pero no reflejarían nada.
 Si quitásemos la maestría estética con la cual fue escrito este libro dejaría de ser memorable. Como los mitos, como el pensamiento mítico que reivindica su autor, no hay forma de separar una parte del todo sin alterar el sagrado orden del cosmos. 
Cada parte no es sólo un fragmento alienado sino una pequeña pieza que ha desenterrado un arqueólogo consecuente. La pequeña pieza vale por sí sola, pero mucho más vale por los otros fragmentos que han sido ordenados y éstos valen aún más por aquellos fragmentos que se han perdido y que ahora se revelan por los espacios vacíos que se han formado, revelando el jarrón, toda una civilización sepultada por el viento y la barbarie.
La primera ley del narrador, no aburrir, se cumple. La primera ley del intelectual comprometido también: en ningún caso la diversión se convierte en narcótico sino en lúcido placer estético.
Espejos ha sido publicada en el año 2008 simultáneamente en España, México y Argentina por Siglo XXI, y en Uruguay por Ediciones del Chanchito.
 Esta última continúa una colección ya clásica de tapas negras alcanzando el número 15, representado significativamente con la letra ñ.
 Los textos van acompañados de ilustraciones a manera de pequeñas viñetas que recuerdan el cuidadoso arte de la edición de libros en el Renacimiento además de la época juvenil del autor como dibujante.
 Aunque su concepción del mundo lo lleva a pensar de forma estructural, es difícil imaginarse a Eduardo Galeano pasando por alto algún detalle. 
Como buen joyero de la palabra que pule en búsqueda cada uno de sus diferentes reflejos, así también es cuidadoso en las ediciones de sus libros como objetos de arte.
Con cada entrega, este ícono de la literatura latinoamericana nos confirma que otros premios formales, como el Premio Cervantes, se están demorando demasiado.
* Escritor uruguayo. Lincoln University of Pennsylvania.