8.7.16

"Pequeña muerte."


"No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje,
a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto,
nos
arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea
jubiloso
dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque
nacer
es una alegría que duele.
Pequeña muerte, llaman en
Francia a la
culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y
perdiéndonos
nos encuentra y acabándonos nos empieza.
 Pequeña
muerte, la llaman;
pero grande , muy grande ha de ser, si matándonos nos
nace."


EDUARDO GALEANO.


De : " El libro de los abrazos."

"Incomunicación".

“Ya no es necesario que los fines justifiquen los medios.
Ahora, los medios, los medios masivos de comunicación, justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores en escala planetaria. 
El Ministerio de Educación del gobierno mundial está en pocas manos. 
Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos”
EDUARDO GALEANO 

7.7.16

Divorcios.

Radio Saudade: Divorcios:  Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no se vuelvan opinadores. Para que no se j...

4.7.16

"Gente de madera."

 “Cuando tengas que elegir entre dos caminos,
 pregúntate cuál de ellos tiene corazón.
 Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca”.
 Popol Vuh Literatura Maya 

Los dioses mayas andaban queriendo compañía, para matar el aburrimiento, y se les ocurrió inventarnos.
 La idea no estaba mal. 
Así fuimos creados de carne de maíz, maíz de todos los colores, y así seguimos siendo.
 Pero antes hubo otros ensayos de creación, que resultaron más bien desastrosos.

La gente de madera nació de una de esas torpezas de los dioses.
 Tallando palos, ellos hicieron unos muñecos que parecían perfectos.
 Pero eran secos.
 Los hombres y las mujeres de madera hablaban sin decir y vivían sin pasión ni sabor ni dolor.
 No los atormentaban las dudas, porque sus certezas eran, como ellos, de madera.
 No tenían pesadillas, porque no tenían sueños.
 No los derrumbaba el desaliento, porque no tenían aliento. 
No se les rompía el alma, porque no tenían alma.
 No se caían, porque no caminaban.
Según la tradición maya, los dioses aniquilaron a los hombres y a las mujeres de madera.
 Ni uno solo de ellos quedó en el mundo. 
Me da la impresión de que la tradición se equivoca."

EDUARDO GALEANO