4.7.17

" La frontera del arte."

 "En esa cara sin lágrimas
 estaba toda la guerra 
y estaba todo el dolor..."
Galeano.


"Fue la batalla más larga de cuantas se pelearon en Tuscatlán o en cualquier otra región de El Salvador. 
Empezó a la medianoche, cuando las primeras granadas cayeron desde la loma, y duró toda la noche y hasta la tarde del día siguiente. 
Los militares decían que Cinquera era inexpugnable.
 Cuatro veces la habían asaltado los guerrilleros, y cuatro veces habían fracasado.
 La quinta vez, cuando se alzó la bandera blanca en el mástil de la comandancia, los tiros al aire empezaron los festejos.
Julio Ama, que peleaba y fotografiaba la guerra, andaba caminando por las calles. llevaba su fusil en la mano y la cámara, también colgada y lista para disparar, colgada del cuello.
 Andaba Julio por las calles polvorientas, en busca de los hermanos gemelos.
 Esos gemelos eran los únicos sobrevivientes de una aldea exterminada por el ejército.
 Tenían dieciséis años.
 Les gustaba combatir junto a Julio; y en las entreguerras él les enseñaba a leer y a fotografiar.
 En el torbellino de esta batalla, Julio había perdido a los gemelos, y ahora no los veía entre los vivos ni entre los muertos.
Caminó a través del parque.
 En la esquina de la iglesia, se metió en un callejón. 
Y entonces, por fin, los encontró.
 Uno de los gemelos estaba sentado en el suelo, de espaldas contra el muro.
 Sobre sus rodillas, yacía el otro, bañado en sangre; y a los pies, en cruz, estaban los dos fusiles. 
Julio se acercó, quizá dijo algo.
 El gemelo que vivía no dijo nada, ni se movió: estaba allí, pero no estaba.
Sus ojos, que no pestañeaban, miraban sin ver, perdidos en alguna parte; y en esa cara sin lágrimas estaba toda la guerra y estaba todo el dolor.
Julio dejó su fusil en el suelo y empuñó la cámara.
 Corrió la película, calculó en un santiamén la luz y la distancia y puso en foco la imagen.
 Los hermanos estaban en el centro del visor, inmóviles, perfectamente recortados contra el muro recién mordido por las balas.
Julio iba a tomar la foto de su vida, pero el dedo no quiso. 
Entonces bajó la cámara, sin apretar el disparador, y se retiró en silencio.
La cámara, una Minolta, murió en otra batalla, ahogada en lluvia, un año después."
EDUARDO  GALEANO

El lenguaje del arte


"El Chinolope vendía diarios y lustraba zapatos en La Habana.
 Para salir de pobre se marchó a Nueva York.
Allá, alguien le regaló una vieja máquina de fotos.
 El Chinolope nunca había tenido una cámara en las manos, pero le dijeron que era fácil:
-Tú miras por aquí y aprietas allí
Y se echó a las calles.
 Y poco andar escuchó balazos y se metió en una barbería y alzó la cámara y miró por aquí y apretó allí.
En la barbería habían acribillado al gangster Joe Anastasia, que se estaba afeitando, y esa fue la primera foto de la vida profesional del Chinolope.
Se la pagaron una fortuna.
 Esa foto era una hazaña.
 El Chinolope había logrado fotografiar a la muerte. 
La muerte estaba allí: no en el muerto, ni en el matador.
 La muerte estaba en la cara del barbero que la vio."

EDUARDO  GALEANO

3.7.17

Las estrellas tiemblan de estupor y de miedo.


"Esas lucecitas de la noche, ¿nos están espiando? 
Las estrellas tiemblan de estupor y de miedo.
 Ellas no consiguen entender cómo sigue dando vueltas,
 todavía vivo, este mundo nuestro,
 tan fervorosamente dedicado a su propia aniquilación.
 Y se estremecen de susto,
 porque han visto que ya este mundo anda invadiendo otros astros del cielo."

EDUARDO  GALEANO.

Modelos de vida.


"La belleza es bella si se puede vender y la justicia es justa si se puede comprar. 
El planeta está siendo asesinado por los modelos de vida, 
como nos paralizan las máquinas inventadas para acelerar el movimiento
 y nos aíslan las ciudades nacidas para el encuentro.
Las palabras pierden sentido,
 mientras pierden su color la mar verde y el cielo azul, 
que habían sido pintados por gentileza de las algas
 que echaron oxígeno durante tres mil millones de años. "

EDUARDO  GALEANO