"En la cordillera de los Andes, los conquistadores españoles habían expulsado a los dioses indígenas.
Extirpada fue la idolatría.
Pero allá por el año 1560, los dioses regresaron.
Viajaron con sus grandes alas, venidos no se sabe de dónde, y se metieron en los cuerpos de sus hijos, desde Ayacucho hasta Oruro, y en esos cuerpos bailaron.
Las danzas, que bailaban la rebelión, fueron castigadas con el azote o la horca, pero no hubo manera de pararlas. Y siguieron anunciando el fin de la humillación.
En lengua quechua, la palabra ñaupa significa fue, pero también significa será."
Eduardo Galeano