17.11.17

" La realidad no es un destino: es un desafío."

Jones Huala y Santiago Maldonado

"Los pueblos originarios , los más despreciados están dejando de escupir al espejo.
 Porque fueron entrenados para hacerlo durante más de cinco siglos.
 Entrenados para despreciarse.
 El autodesprecio desemboca en línea directa en la cultura de la impotencia.
-¿En qué consiste?
-En que te enseñan que no podés cambiar la realidad
 por la sencilla razón de que no podés ni siquiera entrar en ella. 
Sólo podés ser su mano de obra. 
Ahora hay lugares donde se está recuperando el derecho
 que no se ejerció durante siglos: a pensar con tu propia cabeza, 
sentir con tu propio corazón, y caminar con tus propias piernas.
-Es algo doble entonces: lo personal y lo social.
-Sí, porque nadie es mucho mejor ni mucho peor que la sociedad

 y de la realidad de la que proviene. 
Pero éso no hay que aceptarlo como un destino.
 La realidad no es un destino: es un desafío."
EDUARDO GALEANO.
- Entrevista -

" Cultura de masas"



" La igualación, que nos uniformiza y nos emboba, no se puede medir. No hay computadora capaz de registrar los crímenes cotidianos que la industria de la cultura de masas comete contra el arcoiris humano y el humano derecho a la identidad. Pero sus demoledores progresos rompen los ojos. El tiempo se va vaciando de historia y el espacio ya no reconoce la asombrosa diversidad de sus partes. A través de los medios masivos de comunicación, los dueños del mundo nos comunican la obligación que todos tenemos de contemplarnos en un espejo único, que refleja los valores de la cultura de consumo."
Eduardo Galeano
"Patas arriba: La escuela del mundo al revés"

16.11.17

" Morgan"


" El sol lo atrapa, Morgan huye.
 Vuela sobre la arena, ondula en el oleaje, y dan ganas de aplaudir esa ráfaga roja.
 Pero Morgan se llama así por sus costumbres de pirata, y las víctimas no lo consideran tan admirable.
 Brincón y ladrón, a Morgan lo persigue el sol y también lo persigue el propietario de una pelota de tenis o sandwich o zapatilla o prenda íntima que él ha usurpado para hundirse en el agua con el botín entre los dientes.

 Nunca supo ajuiciarse. 
Hasta ahora, que se sepa, nunca nadie lo ha visto quieto, ni ha mostrado nunca el menor indicio de cansancio o arrepentimiento.


 Morgan ya llevaba cuatro años haciendo perrerías en el mundo, cuando Manuel Monteverde, que tenía la misma edad, se sentó en una roca y reflexionó sobre el asunto:


 –Sí – dijo–. Morgan se porta mal. Pero hace reír."

EDUARDO GALEANO

"Recuperación de la Memoria perdida.


"Las venas abiertas de América latina" fue un punto de partida, no uno de llegada.
 Fue el primero de los libros que hice con resonancia internacional, pero luego recorrí muchos otros caminos, y traté de descubrir otras realidades. 
Este es un libro sobre política económica, sobre recuperación de la memoria perdida y lo que pasó en el continente con los recursos naturales.
 Sobre cómo la dicha se transformó en desdicha y los bienes de la naturaleza
 terminaron siendo maldiciones de la historia”.

EDUARDO GALEANO..
Extraído de " Entrevista en Mu"
Artículo: " Gracias por el fuego".

" La rifa del planeta."


"El sistema capitalista se come todo lo que encuentra.
 Incluye una ideología, una moral, una concepción de la vida y de las cosas que es peligrosa
para el género humano y para el planeta que habitamos.
 Es bueno, bajo ese sistema, todo lo que es rentable, y todo lo que no es rentable no merece existir.
 Eso conduce a la rifa del planeta.
 De hecho las dos actividades más lucrativas en el mundo de hoy
 son actividades enemigas de la condición humana: el comercio de drogas 
y el comercio de armas.
 Las armas son parte esencial de la industria militar, 
que es en realidad una industria criminal."

Eduardo Galeano .
De: " El libro de los abrazos."

15.11.17

" Celebrar la vida"



"Lo mejor que el mundo tiene
 está en los muchos mundos que el mundo contiene,
las distintas músicas de la vida,
sus dolores y colores:
 las mil y una maneras de vivir y decir,
 creer y crear,
 comer, trabajar, 
bailar,
 jugar, amar, 
sufrir
 y celebrar."
Eduardo  Galeano
De: "Patas arriba: La escuela del mundo al revés"

" Primer desafío en el arte de narrar."


"El pueblo boliviano de Llallagua vivía de la mina, y la mina devoraba a sus hijos.
 Metidos en los socavones, las tripas de las montañas, los mineros perseguían las vetas de estaño y en esa cacería perdían, en pocos años, los pulmones y la vida.

Yo había pasado un tiempito ahí, y me había hecho algunos amigos. 
Y había llegado la hora de partir.

Estuvimos toda la noche bebiendo, los mineros y yo, cantando tristezas y contando chistes, a cual más malo. 

Cuando ya estábamos cerca del amanecer, 
cuando poco faltaba para que el chillido de la sirena los llamara al trabajo, mis amigos callaron, todos a la vez, y alguno preguntó, o pidió, o mandó:

Y ahora, hermanito, dinos cómo es la mar

Yo me quedé mudo. 

Insistían:

Cuéntanos. Cuéntanos cómo es la mar.

Ninguno de ellos iba a verla nunca, todos iban a morir temprano, y yo no tenía más remedio que traerles la mar,
 la mar que estaba lejísimos,
 y encontrar palabras que fueran capaces de mojarlos."

EDUARDO GALEANO.

Aprendizaje.



Yo no tuve la suerte de conocer a Sherezade.

No aprendí el arte de narrar en los palacios de Bagdad.

Mis universidades fueron los viejos cafés de Montevideo.

Los Cuentacuentos anónimos me enseñaron lo que sé. 

En la poca enseñanza formal que tuve, porque no pasé de primero de liceo, fui un pésimo estudiante de historia. 

Y en los cafés descubrí que el pasado era presente, y que la memoria podía ser contada de tal manera que dejara de ser ayer para convertirse en ahora.

No recuerdo la cara ni el nombre de mi primer profesor. 

Fue cualquier parroquiano de esos que todavía se reúnen, en los pocos cafés que quedan, para evocar los tiempos en que había tiempo para perder el tiempo.

Él contó una historia, ahí en la rueda de amigos donde yo estaba de colado. Era una historia del año 1904. 

Por la edad se veía que él no había ni nacido en aquel entonces, pero la contaba como si hubiera estado allí. Fue mi primera lección: el arte es una mentira que dice la verdad. 

Y escuchando aprendí que se puede contar lo que pasó de tal manera que vuelva a ocurrir cuando uno lo cuenta, y que uno pueda escuchar ese remoto trueno de los cascos de los caballos, y que uno pueda ver sus huellas en la arena, aunque el suelo sea de baldosa o madera.

Y aquel hombre, para decir la verdad, mintió que él había recorrido las praderas ensangrentadas, después de una batalla, y había visto los muertos. Y uno de los muertos, dijo, era un ángel. Un muchacho bellísimo, con la vincha blanca roja de sangre. Y la vincha decía: «Por la patria y por ella», y la bala había entrado en la palabra «ella».

EDUARDO  GALEANO