" El más feroz racismo de la historia latinoamericana se encuentra
en las palabras de los intelectuales más célebres y celebrados
de fines del siglo diecinueve y en los actos de los políticos liberales
que fundaron el Estado moderno.
A veces, ellos eran indios de origen, como Porfirio Díaz, autor de la
modernización capitalista de México, que prohibió a los indios caminar
por las calles principales y sentarse en las plazas públicas
si no cambiaban los calzones de algodón por el pantalón europeo
y los huaraches por zapatos.
Eran los tiempos de la articulación al mercado mundial
regido por el Imperio británico, y el desprecio científico
por los indios otorgaba impunidad al robo de sus tierras y de sus brazos.
El mercado exigía café, pongamos el caso, y el café exigía más tierras
y más brazos.
Entonces, pongamos por caso, el presidente liberal de Guatemala,
Justo Rufino Barrios, hombre de progreso, restablecía
el trabajo forzado de la época colonial
y regalaba a sus amigos tierras de indios y peones indios en cantidad."
EDUARDO GALEANO.