"¡Si la vida es amor, bendita sea!
Quiero más vida para amar! Hoy siento
que no valen mil años de la idea
lo que un minuto azul de sentimiento."
Quiero más vida para amar! Hoy siento
que no valen mil años de la idea
lo que un minuto azul de sentimiento."
Delmira Agustini.
"Ocurrió en Montevideo hace muchos años, exactamente en 1914, y ocurrió en una pieza de alquiler donde un marido citó a su mujer, de la que estaba separado, y queriendo tenerla, queriendo quedársela... la amó y la mató... y se mató.
Publicaron los diarios uruguayos las fotos del cuerpo, del cuerpo de ella, tumbado junto a la cama... Edelmira Agustini, poeta, abatida por dos tiros de revólver, desnuda, como sus poemas, toda desvestida de rojo..."Vamos más lejos en la noche, vamos...", había escrito;
y había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos;
y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden,
porque la castidad es un deber femenino y el deseo es como la razón, un privilegio masculino.
Y entonces ocurrió el sepelio, el entierro... Y ante el cadáver de Edelmira se derramaron lágrimas,
creo que lágrimas de cocodrilo...,
y frases,
solemnes frases a propósito de tan sensible pérdida
para Las Letras Nacionales que hoy viven un día de luto...
Pero en el fondo, en el fondo los dolientes suspiraban con alivio..."la muerta muerta está y más vale así".
¿Pero muerta estaba esa muerta?
¿No son sombras de su voz y ecos de su cuerpo los amantes que en las noches del mundo arden?
¿No le hacen un lugarcito a Edelmira Agustini en las noches del mundo,
para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?"
EDUARDO GALEANO.
Delmira Agustini nació en Montevideo, Uruguay, el 24 de octubre de 1886.
Desde temprana edad mostró aptitudes intelectuales poco comunes, estudiando música, pintura y francés.
Precozmente escribió sus primeros poemas y desde 1902 colaboró en publicaciones periódicas nacionales y extranjeras. En 1907 editó su primer poemario, "El libro blanco", una típica obra modernista donde comenzó a plasmar su intensa experiencia amorosa, que agudizó en "Cantos de la mañana" de 1910 y en "En los cálices vacíos" de 1913.
Sus influencias fundamentales provinieron de Arthur Rimbaud (1854-1891) y Paul Verlaine (1844-1896), y de Friedrich Nietzsche (1844-1900).
La tónica general de su poesía fue erótica.
Se la comparó con Safo de Lesbos (650-580 a.C.), la poetisa griega.