13.6.15

"Whitman".




Ocurrió en Boston, en 1882.
La Sociedad de Nueva Inglaterra por la Supresión del Vicio logró evitar la distribución de la nueva edición de «Hojas de hierba».
Unos años antes, Walt Whitman, el autor, había perdido su empleo cuando apareció la primera edición.
Su exaltación de los goces de la noche resultaba insoportable para la moral pública.
Y éso a pesar de que Whitman se las arregló bastante bien para ocultar lo más prohibido. En algún tramo de «Hojas de hierba» alcanzó a insinuarlo, pero en los demás poemas, y hasta en sus diarios íntimos, se tomó el trabajo de corregir "his" por "her", escribiendo ella donde había escrito él.
El gran poeta, el que cantó a la desnudez resplandeciente, no tuvo más remedio que disfrazarse para sobrevivir.
 Inventó seis hijos que nunca tuvo, mintió aventuras con mujeres que jamás existieron y se retrató a sí mismo como el barbudo pisafuerte que encarnaba la virilidad de América abriendo muchachas intactas y praderas vírgenes.
Eduardo Galeano.
Fuente: " Espejos"- Una historia casi universal.


Walt.

"Creo que una brizna de hierba
 no es menos que el camino
 que recorren las estrellas."
W. Whitman.

"La Sociedad de Nueva Inglaterra por la Supresión del Vicio logró evitar la distribución de la nueva edición de «Hojas de hierba».
Unos años antes, Walt Whitman, el autor, había perdido su empleo cuando apareció la primera edición.
Su exaltación de los goces de la noche resultaba insoportable para la moral pública."
Eduardo Galeano.

"Los indios".

En la isla de Vancouver, cuenta Ruh Benedict, los indios celebraban torneos para medir la grandeza de los príncipes.
 Los rivales competían destruyendo sus bienes.
 Arrojaban al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto promontorio echaban a la mar sus mantas y sus vasijas.
Vencía el que se despojaba de todo.
EDUARDO GALEANO

"Eduardo Galeano: Un escritor con dignidad".

" Galeano, un frondoso árbol bajo cuya sombra fresca
 "la masa se levanta y el gran pan se eleva”."
Jorge Castañeda

Conservo algunas cartas ya amarillentas por el paso de los años de puño y letra de Eduardo Galeano cuando era director de la emblemática revista "Crisis”, publicación que supo mantener  la dignidad en aquellos años de plomo de la dictadura y que ofrecía un espacio abierto a todas las utopías. Era una forma de resistir con entereza en aquellos años tristes donde la vida "valía menos que el orín de los perros”. 

La literatura de Galeano es una de las más claras y representativas de América Latina. Sus viñetas son como los murales de los maestros mexicanos interpelando constantemente al lector con una mirada diferente sobre la historia del continente y sus actores. Pero siempre el protagonista de sus libros será el pueblo, ese pueblo anónimo y mestizo al decir de Rubén de Darío que todavía  resiste, sueña y "habla en español”. Esa América Latina que Galeano mostró doliente y sufrida con sus venas abiertas y que aún espera tiempos mejores.

En su literatura la verdadera historia la escriben los pueblos, la gente. Con sus penas y sus alegrías, su sufrimiento, su pobreza, su simplicidad de corazón. Y en los libros de Galeano los personajes son de carne y hueso: los indios, los obreros, los negros, los comunistas, los artesanos, los desclasados, los deportistas, los homosexuales, los pobres de toda pobreza. Y también los otros: los tiranos, los dictadores, los genocidas, los de "mala entraña”, los arrogantes y tantos otros perversos a los que les puso apodos, nombres y apellidos. Para ejemplo, para que la historia también los recuerde y para que los hombres y mujeres de buena voluntad estén alertas para resistirlos y denunciarlos cuando traten de aparecer otra vez.

Poco tiempo tuvo Eduardo Galeano para escribir novelas o cuentos. La vida no le concedió tregua ni cuarteles de invierno. Unas pocas líneas le sirvieron para detenerse en un momento doloroso  o feliz de nuestra historia. Lo demás le sobraba, porque en esas pocas palabras decía todo lo que había que decir. Y su poder de síntesis era de admirar. Nunca le puso adornos de miriñaque a sus textos. Su prosa es directa, clara, vehículo por excelencia de la idea que quería transmitir. Si la suya es literatura "comprometida” lo es solamente con la dignidad de todos los hombres, que es el mayor compromiso que se pueda tener, sobre todos los otros que son menores y subalternos.


La Red Internacional de Escritores por la Tierra que recientemente me ha designado como Miembro de la misma, en un comunicado expresa lo siguiente: "Desde hoy, el mundo es un lugar menos mágico. Y es que ha muerto Eduardo Galeano, una de las mejores plumas que ha dado América del Sur en el último siglo. Escritor y periodista es uno de los autores que han marcado un antes y un después. En la Red Internacional de Escritores por la Tierra estamos especialmente tristes, porque desde nuestro nacimiento habíamos mantenido una afectuosa relación con Galeano.
No en vano, era uno de los doce miembros del Comité Honorífico de la RIET, que desgraciadamente perdió a otro de sus miembros hace algo más de un año: Ana María Matute. Cosas de la vida. Galeano se despide de nosotros el mismo día en que lo hace otro genio de la literatura: el alemán Günter Grass.  Mal día para los amantes de la literatura y para la humanidad en general”.

"Desde hoy, el mundo es un lugar menos mágico. Pero no desperdiciemos el tiempo lamentándonos. Dejemos de balbucear, limpiémonos las lágrimas y aprovechemos el tiempo perdido para volver a leer al maestro Galeano, para volver a empaparnos de su sabiduría, para aprender a mirar la realidad bajo su prisma. Los escritores nunca mueren, porque sus palabras siempre estarán ahí. Hoy es un día triste, pero no lo es tanto si pensamos que el uruguayo va a estar a su manera, siempre con todos. Jamás le olvidaremos”.
 
"Honda raíz –escribió Eduardo Galeano- florida ramazón; clavado en el centro del mundo se alza un árbol sin espinas, un árbol de esos que saben darse a los pájaros. El árbol de la vida sabe que jamás cesará, pase lo que pase. Por mucha muerte que venga, por mucha sangre que corra, los hombres y las mujeres serán por la música bailados a su alrededor mientras sean por el aire respirados y por la tierra arados y amados”.
Y eso fue Eduardo Galeano, un frondoso árbol bajo cuya sombra fresca "la masa se levanta y el gran pan se eleva”.


Jorge Castañeda
Escritor - Valcheta

"Victoria".


Madrid, invierno de 1936: Victoria Kent es elegida diputada. 
Su popularidad proviene de la reforma de las cárceles. 
Cuando inició esa reforma, sus enemigos, numerosos, la acusaron de 
entregar a España, inerme, en manos de los delincuentes. Pero Victoria, que 
había trabajado en las prisiones y no conocía de oídas el dolor humano, siguió 
adelante con su programa: 
cerró las prisiones inhabitables, que eran la mayoría; 
inauguró los permisos de salida; 
liberó a todos los presos mayores de setenta años; 
creó campos de deportes y talleres de trabajo voluntario; 
suprimió las celdas de castigo. 
Fundió todas las cadenas, grilletes y rejas 
y convirtió todo ese hierro en una gran escultura de Concepción Arenal.
 
Eduardo Galeano

"Pobrezas".

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar,
como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen el derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres,
lo que se dice pobres
son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que viven dramas pasionales con las máquinas.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que son siempre muchos y están siempre solos.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no saben que son pobres.

Eduardo Galeano

12.6.15

"Las edades de Josephine."

Baker Banana.jpg
A los nueve años, trabaja limpiando casas en Saint Louis, a orillas del 
Mississippi. 
A los diez, empieza a bailar, por monedas, en las calles. 
A los trece, se casa. 
A los quince, otra vez. Del primer marido, no le queda ni siquiera un mal 
recuerdo.
 Del segundo, guarda el apellido, porque le gusta cómo suena. 
A los diecisiete, Josephine Baker baila charleston en Broadway. 
A los dieciocho, cruza el Atlántico y conquista París. La Venus negra 
aparece desnuda en el escenario, sin más ropa que un cinturón de bananas. 
A los veintiuno, su rara mezcla de payasa y mujer fatal la convierte en la 
vedette más admirada y mejor pagada de toda Europa. 
A los veinticuatro, es la mujer más fotografiada del planeta. Pablo Picasso, 
arrodillado, la pinta. 
Por parecerse a ella, las pálidas damiselas de París se 
frotan con crema de nuez, que oscurece la piel. 
A los treinta, tiene problemas en algunos hoteles, porque viaja acompañada 
por un chimpancé, una serpiente, una cabra, dos loros, varios peces, tres gatos, 
siete perros, una leoparda llamada Chiquita, que luce collar de diamantes, y un 
cerdito, Albert, que ella baña con el perfume Je reviens, de Worth. 
A los cuarenta, recibe la Legión de Honor por sus servicios a la resistencia 
francesa durante la ocupación nazi. 
A los cuarenta y uno, cuando ya va por el cuarto marido, adopta doce niños 
de diversos colores y diversos lugares, que ella llama mi tribu del arcoiris. 
A los cuarenta y cinco, regresa a los Estados Unidos.
 Exige que a sus 
espectáculos asistan, todos mezclados, blancos y negros.
 Si no, no actúa. 
A los cincuenta y siete, comparte el estrado con Martin Luther King y habla 
contra la discriminación racial ante la inmensa Marcha sobre Washington. 
A los sesenta y ocho, se recupera de una estrepitosa bancarrota y celebra, en 
el teatro Bobino de París, su medio siglo de actuación en este mundo. 
Y se va.
 
Eduardo Galeano.


Pobre y maltratada de niña, a los 19 años brilló en los más altos escenarios de París. Bailó como ninguna otra vedette antes, con los pechos desnudos y una sonrisa legendaria.

 Se enroló en la Resistencia francesa para luchar contra la ocupación nazi.

 Picasso, Hemingway y Gardel se enamoraron de ella. Tuvo seis maridos.

 Adoptó a doce huérfanos multirraciales. Vivió casi 69 años, orgullosa de ser afroamericana.


La pobreza no está escrita en los astros.

Tenemos todo prohibido, salvo cruzarnos de brazos.
 La pobreza no está escrita en los astros.
 El subdesarrollo no es el fruto de un oscuro designio de Dios.
Eduardo Galeano

"El musgo y la piedra".

En1915, Joe Hill fue fusilado en Salt Lake City.
Este extranjero agitador, que había cambiado dos veces de nombre y mil veces de oficio y de domicilio, había compartido  las canciones que acompañaban las huelgas obreras en los Estados Unidos.

En la última noche, pidió a sus compañeros que no perdieran el tiempo llorándolo:

"Mi última voluntad es fácil de decir,
porque no dejo herencia para dividir:

Mi libertad es todo lo que queda.
No cría musgo la piedra que rueda."

Eduardo Galeano

11.6.15

"Espejos". Una historia casi universal.


Federico García Lorca. ..." Esos aplausos"


"El descubrimiento."


En 1492, los nativos descubrieron que eran indios.
Descubrieron que vivían en América
Descubrieron que estaban desnudos.
Descubrieron que existía el pecado.
Descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo.
Y que ese dios había inventado la culpa y el vestido.
Y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.
Eduardo Galeano
De: “Los hijos de los días”

"Los herejes y el santo."


En el año 1543, murió Nicolás Copérnico.
Murió mientras se ponían en circulación los primeros ejemplares del libro suyo que demostró que el mundo gira alrededor del sol.
La Iglesia prohibió el libro, por ser falso y contrario a las Sagradas Escrituras; envió a la hoguera al sacerdote Giordano Bruno, por difundirlo, y obligó a que Galileo Galilei negara haberlo leído y creído.
Tres siglos y medio después, el Vaticano se arrepintió de haber asado vivo a Giordano Bruno y anunció que iba a erigir, en sus jardines, una estatua de Galileo Galilei.
La embajada de Dios en la tierra se toma su tiempo para hacer justicia.
Pero al mismo tiempo que perdonaba a estos herejes, el Vaticano hizo santo al cardenal de la Inquisición Roberto Bellarmino, santo Roberto que estás en los cielos, que había acusado y sentenciado a Bruno y a Galileo.
Eduardo Galeano

10.6.15

"Rescate de la ciudad prisionera".


Al amanecer de un día día de 1944, París enloqueció.
La ocupación había terminado.
Los primeros tanques y carros blindados habían entrado unas horas antes:
¿Son americanos?—preguntaba el gentío.
Pero los nombres de esos tanques y esos blindados, torpemente escritos con pintura blanca, decían:Ebro, Teruel, Brunete, Madrid, Don Quijote, Durruti…
Los primeros liberadores de París fueron los republicanos españoles.
Vencidos en su tierra, se habían batido por Francia.
Ellos creían que después España sería rescatada.
Se equivocaron.

Eduardo Galeano

"Fuegos".

"Cada persona brilla con luz propia
entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos
y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,
y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos,
no alumbran ni queman;
pero arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende."

"Los nadies"


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadies...que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

"Paradoja".

"El mundo es una gran paradoja que gira en el universo.
 A este paso, de aquí a poco, los propietarios del planeta 
prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua."
Galeano

"Solidaridad"

"La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba.
 La solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo."
Galeano

"Utopía".

"Ella está en el horizonte.
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos más.
Camino diez pasos
y el horizonte se corre
diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine
nunca la voy a alcanzar.
¿Para qué sirve la utopía?
Sirve para éso:
para caminar."
Galeano

9.6.15

¿Para quién escribo?

“Yo escribo para quienes no pueden leerme.
 Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia,los que  no saben leer o no tienen con qué.”
E. Galeano

"Destino".

“Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses,
 pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente,
 sobre las conciencias de los hombres.”
Galeano

"Peligro en la selva."


Savitri se fue. 
Se la llevó el salvaje que escuchó su llamado y la vino a buscar, atropelló la 
valla, derribó a los guardias y se metió en la carpa. Ella rompió sus cadenas y 
los dos desaparecieron, juntos, selva adentro. 
El dueño del circo Olympic calculó la pérdida en unos nueve mil dólares y 
dijo que, para peor, la amiga de Savitri, Gayatri, había quedado muy deprimida 
y se negaba a trabajar. 
A fines de agosto del año 2007, la pareja fugada fue localizada a la orilla de 
un lago, a unos doscientos kilómetros de Calcuta. 
Los perseguidores no se atrevieron a acercarse.
 El elefante y la elefanta 
habían anudado sus trompas. 

Naturaleza.

"Al Norte y al Sur, al Este y al Oeste,
 el hombre serrucha, con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado”
Galeano

Rigoberta: nieta de mayas.


Rigoberta Menchú cuenta su historia, y contándola cuenta la historia de muchos. Mujer habitada, ella contiene un gentío, que en ella anda y dice.
 Otros tiempos respiran en su tiempo, tiempos que vienen de lo más antiguo del tiempo, y son muchos los pies que caminan en sus pasos.
Voz de voces, tiempo de tiempos, Rigoberta no habla sobre los indios mayas, sino desde ellos.
 Y con ellos va el lector, página tras página, metiéndose poquito a poco en los misterios de la tierra, donde Rigoberta brotó.
Allí su ombligo fue quemado y enterrado, para que echase raíz; allí recibió su primer nombre, un nombre indígena que le fue prohibido porque no figuraba en el santoral católico.
Este libro relata los sueños y las pesadillas de esa tierra desgarrada por el ejército, violada por los mercaderes, mentida por los políticos, despreciada por los doctores; esa tierra sagrada, donde Rigoberta Menchú se alza sobre las ruinas y dice: "A mí, la vida me maravilla".

Eduardo Galeano

"Contradicción."

"Los niños pobres son los que más sufren la contradicción
 entre una cultura que manda a consumir y una realidad que lo prohíbe."
Eduardo Galeano
Fuente: " Patas arriba".

"El árbol de la vida".


"Honda raíz,  florida ramazón; clavado en el centro del mundo se alza un árbol sin espinas, un árbol de esos que saben darse a los pájaros.
 El árbol de la vida sabe que jamás cesará, pase lo que pase.
Por mucha muerte que venga, por mucha sangre que corra, los hombres y las mujeres serán por la música bailados a su alrededor mientras sean por el aire respirados y por la tierra arados y amados”.
Eduardo Galeano

8.6.15

Mujeres...


San Juan Crisóstomo decía: -"Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía:- "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre"

Saben coser.
Saben bordar.
Saben sufrir y cocinar.

Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.

Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.
Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos.

Para elogiar a un prócer se dice:- "Detrás de todo gran hombre hubo una mujer", reduciendo a la mujer a la triste condición de respaldo de silla.

Hoy voy a contarles, a mi modo y manera, algunas historias de mujeres que no siempre coinciden con este identikit.

Mujeres
Están allí pintadas las paredes, los techos de las cavernas; alces, bisontes, figuras que vienen de eso que llaman Prehistoria; caballos, fieras, hombres, mujeres que no tienen edad. 

Fueron pintadas, pintados, hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
Y uno se pregunta:- ¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos pintar de tan delicada manera?, ¿Cómo pudieron aquellos brutos que peleaban mano a mano con las fieras más feroces, crear esas figuras  tan plenas de gracia, esas mágicas obras volanderas que se escapan de la roca y por los aires vuelan?, ¿Cómo, cómo pudieron ellos?... 

¿O eran Ellas?

"Resurrección de Camille."


ca2
"La familia la declaró loca y la metió en un manicomio. 
Camille Claudel pasó allí, prisionera, los últimos treinta años de su vida. 
Fue por su bien, dijeron. 
En el manicomio, cárcel helada, se negó a dibujar y a esculpir. 
La madre y la hermana jamás la visitaron. 
Alguna que otra vez se dejó ver su hermano Paul, el virtuoso. 
Cuando Camille, la pecadora, murió, nadie reclamó su cuerpo. 
Años demoró el mundo en descubrir que Camille no sólo había sido la 
humillada amante de Auguste Rodin. 
Casi medio siglo después de su muerte, sus obras renacieron y viajaron y 
asombraron: bronce que baila, mármol que llora, piedra que ama.

 En Tokio, los 
ciegos pidieron permiso para palpar las esculturas. 

Pudieron tocarlas.
 Dijeron 
que las esculturas respiraban.
 "


Tradición.

titulo del libro
«No hay tradición cultural que no justifique el monopolio masculino
 de las armas y de la palabra, 
Ni hay tradición popular que no perpetúe el desprestigio de la mujer 
o que no la denuncie como peligro.»

"Mujeres".


«No hay tradición cultural que no justifique el monopolio masculino de las armas y de la palabra, ni hay tradición popular que no perpetúe el desprestigio de la mujer o que no la denuncie como peligro.»

Galeano ha hecho de la mujer un eje vertebrador de su creación, para defender, en ella y en su reivindicación, la dignidad, siempre precaria, del ser humano.
Galeano cuenta la intensidad de personajes femeninos atravesados por el peso de una causa, como Juana de Arco, Rosa Luxemburgo o Rigoberta Menchú; por su propia hermosura o talento, como Marilyn Monroe o Rita Hayworth, Frida Kahlo o Marie Curie, Camille Claudel o Josephine Baker.
 Pero también cuenta las hazañas colectivas de mujeres anónimas: las que lucharon en la Comuna de París, las guerreras de la revolución mexicana, las que –en un prostíbulo de la Patagonia argentina– se negaron a atender a los soldados que habían reprimido a los obreros.
Como el personaje que abre el libro, la Sherezade de Las mil y una noches que le cuenta historias al rey para que no la mate, Galeano entrega en cada relato de la presente antología su maestría de narrador oral y de artesano del lenguaje, para conjurar el olvido, pero también para celebrar la experiencia de las que nunca se resignan.
Reseña de Aníbal Malvar

El viaje

"Oriol Valls, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital  dice que el primer gesto humano es el abrazo.
 Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.
Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.
Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos.
 A éso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje."
Eduardo Galeano

Continuidad del camino...

"Cuando alguien muere , cuando su tiempo acaba...¿mueren
también los andares, los deseares y los decires que se han llamado 
con su  nombre en este mundo?"

Fuente : Espejos

Desobediencia.

Mostrando
Fuente: "Las venas abiertas de América latina".

Pequeña muerte.

la-ternura
Obra de Guayasamín.

"Pequeña muerte llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza.
 Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace."
Eduardo Galeano
Fuente: "El libro de los abrazos."

Capitalismo.

"Como Dios, el capitalismo tiene la mejor opinión sobre sí mismo, y no duda de su propia eternidad."
Eduardo Galeano
Fuente: Ser como ellos

Código moral.

"El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso."
Eduardo Galeano

Fuente: Patas Arriba

Galeano: Escritor prolífico.


Galeano huye explícitamente de la imparcialidad, no busca la construcción de un discurso aséptico, en el que los hechos y las gentes queden igualados por una mirada presuntamente objetiva. Su pretensión, y sin duda su logro, es reflejar el drama de América en su multidimensionalidad: el juego del poder; la lucha de los oprimidos en pos de su emancipación; la creación de un arte y una literatura genuinos, más allá del mimetismo colonial; las transformaciones sociales y económicas; la evolución de las relaciones interamericanas y con el exterior, etc.
 El punto de vista es abiertamente partidista, rechazando todo aquello que ha instalado a América Latina en una subordinación que se pretende inevitable y la brutal explotación y el aniquilamiento a que han sido sometidos los pobres de todo el continente, incluyendo a los marginados del Norte poderoso y opulento, sean indios, negros, chinos o chicanos.

Escritor prolífico, la obra de Eduardo Galeano abarca los más diversos géneros narrativos y periodísticos. Otros títulos suyos a destacar son Los días siguientes (1962), China, crónica de un desafío (1964), Los fantasmas de día de León (1967), Guatemala, país ocupado (1967), Nosotros decimos no (1989), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993), El fútbol a sol y sombra (1995), Las aventuras de los jóvenes dioses (1998), Patas arriba. La escuela del mundo al revés (1999), Bocas del tiempo(2004) y Espejos. Una historia casi universal (2008)

Desaparecidos. Eduardo Galeano.

Mostrando

Ventana sobre el miedo.

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