15.8.15

Mundo al revés.

"Cuando el último árbol sea talado,
 el último animal cazado 
y el último río contaminado,
recién entonces, comprenderemos 
 que el dinero no se puede comer."

Proverbio indígena.



El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad,
castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos
 y alimenta el canibalismo. 
Sus maestros calumnian a la naturaleza: la injusticia,
 dicen, es ley natural.
Eduardo Galeano.

La deforestación indiscriminada provoca la destrucción
de hábitats y es la causa de inundaciones.

14.8.15

"Los modelos del éxito."



El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian a la naturaleza: la injusticia, dicen, es ley natural. Milton Friedman, uno de los miembros más prestigiosos del cuerpo docente, habla de «la tasa natural de desempleo». Por ley natural, comprueban Richard Herrnstein y Charles Murray, los negros están en los más bajos peldaños de la escala social. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que la naturaleza recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles; y más de un siglo después, muchos dueños del mundo siguen creyendo que Charles Darwin escribió sus libros para anunciarles la gloria.

¿Supervivencia de los más aptos? La aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a los países débiles, pero es prueba de bestialidad cuando cualquier pobre tipo sin trabajo sale a buscar comida con un cuchillo en la mano. Los enfermos de la patología antisocial, locura y peligro que cada pobre contiene, se inspiran en los modelos de buena salud del éxito social. Los delincuentes de morondanga aprenden lo que saben elevando la mirada, desde abajo, hacia las cumbres; estudian el ejemplo de los triunfadores y mal que bien hacen lo que pueden para imitarles los méritos. Pero «los jodidos siempre estarán jodidos», como solía decir don Emilio Azcárraga, que fue amo y señor de la televisión mexicana. Las posibilidades de que un banquero que vacía un banco pueda disfrutar, en paz, del fruto de sus afanes son directamente proporcionales a las posibilidades de que un ladrón que roba un banco vaya a parar a la cárcel o al cementerio.

Cuando un delincuente mata por alguna deuda impaga, la ejecución se llama ajuste de cuentas; y se llama plan de ajuste la ejecución de un país endeudado, cuando la tecnocracia internacional decide liquidarlo. El malevaje financiero secuestra países y los cocina si no pagan el rescate: si se compara, cualquier hampón resulta más inofensivo que Drácula bajo el sol. La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas.

El arte de engañar al prójimo, que los estafadores practican cazando incautos por las calles, llega a lo sublime cuando algunos políticos de éxito ejercitan su talento. En los suburbios del mundo, los jefes de Estado venden los saldos y retazos de sus países, a precio de liquidación por fin de temporada, como en los suburbios de las ciudades los delincuentes venden, a precio vil, el botín de sus asaltos.

Los pistoleros que se alquilan para matar realizan, en plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. Los asaltantes, al acecho en las esquinas, pegan zarpazos que son la versión artesanal de los golpes de fortuna asestados por los grandes especuladores que desvalijan multitudes por computadora. Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos, jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo.

Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia.

¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela.
Libro tomado de:   http://www.alames.org/


Educando con el ejemplo.

La escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas.
 No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.

En la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos.
Eduardo Galeano.
Fuente : Patas arriba".

13.8.15

"El mundo al revés."


Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés.
 Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar
 ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.
 Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo 
tal cual es,
 con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda
 y la cabeza en los pies.
Eduardo Galeano

12.8.15

¡Maestro!

"Gelman".



El poeta Juan Gelman escribe alzándose sobre sus propias ruinas, sobre su polvo y su basura. Los militares argentinos, cuyas atrocidades hubieran provocado a Hitler un incurable complejo de inferioridad, le pegaron donde más duele.
 En 1976, le secuestraron a los hijos. Se los llevaron en lugar de él. A la hija, Nora, la torturaron y la soltaron. Al hijo, Marcelo, y a su compañera, que estaba embarazada, los asesinaron y los desaparecieron. En lugar de él: se llevaron a los hijos porque él no estaba. 
¿Cómo se hace para sobrevivir a una tragedia así? Digo: para sobrevivir sin que se te apague el alma. Muchas veces me lo he preguntado, en estos años. Muchas veces me he imaginado esa horrible sensación de vida usurpada, esa pesadilla del padre que siente que está robando al hijo el aire que respira, el padre que en medio de la noche despierta bañado en sudor:- ¡Yo no te maté, yo no te maté!
 Y me he preguntado: ¿Si Dios existe, por qué pasa de largo? ¿No será ateo, Dios?

Eduardo  Galeano 
(" El libro de los abrazos" )

"Panes y peces."



"Nunca el mundo ha sido tan injusto en el reparto
de los panes y los peces.
Pero el sistema que en el mundo rige, 
se sumerge en un baño de impunidad."

Eduardo Galeano.

11.8.15

Romero : El nombre más tocado.


"No es voluntad de Dios 
que unos tengan todo
y otros no tengan nada." 
Monseñor Romero
En la primavera de 1979, el arzobispo de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero,
 viajó al Vaticano. Pidió, rogó, mendigó una audiencia con el papa Juan Pablo II:
—Espere su turno.
—No se sabe.
—Vuelva mañana.

Por fin, poniéndose en la fila de los fieles que esperaban la bendición, 
uno más entre todos, Romero sorprendió a Su Santidad y pudo robarle unos
 minutos.

Intentó entregarle un voluminoso informe, fotos, testimonios, pero el Papa
 se lo devolvió:
—¡Yo no tengo tiempo para leer tanta cosa!

Y Romero balbuceó que miles de salvadoreños habían sido torturados
 y asesinados por el poder militar, entre ellos muchos católicos y cinco
 sacerdotes, y que ayer nomás, en vísperas de esta audiencia, el ejército
 había acribillado a veinticinco ante las puertas de la catedral.

El jefe de la Iglesia lo paró en seco:
—¡No exagere, señor arzobispo!

Poco más duró el encuentro.

El heredero de san Pedro exigió, mandó, ordenó:
—¡Ustedes deben entenderse con el gobierno! ¡Un buen cristiano no crea
 problemas a la autoridad! ¡La Iglesia quiere paz y armonía!

Diez meses después, el arzobispo Romero cayó fulminado en una
 parroquia de San Salvador. La bala lo volteó en plena misa, cuando estaba alzando 
la hostia.

Desde Roma, el Sumo Pontífice condenó el crimen.

Se olvidó de condenar a los criminales.

Años después, en el parque Cuscatlán, un muro infinitamente largo
 recuerda a las víctimas civiles de la guerra.
 Son miles y miles de nombres grabados, en blanco, sobre mármol negro.
 El nombre del arzobispo Romero es el único que está gastadito.

Gastadito por los dedos de la gente.
Eduardo Galeano.

"División del trabajo".

Dicen que fue el rey Manu quien otorgó prestigio divino a las castas de la India.
De su boca brotaron los sacerdotes.
 De sus brazos, los reyes y los guerreros.
 De sus muslos, los comerciantes.
 De sus pies, los siervos y los artesanos.
Y a partir de entonces se construyó la pirámide social, que en la India tiene más de tres mil pisos.
Cada cual nace donde debe nacer, para hacer lo que debe hacer. En tu cuna está tu tumba, tu origen es tu destino: tu vida es la recompensa o el castigo que merecen tus vidas anteriores, y la herencia dicta tu lugar y tu función.
El rey Manu aconsejaba corregir la mala conducta: si una persona de casta inferior escucha los versos de los libros sagrados, se le echará plomo derretido en los oídos; y si los recita, se le cortará la lengua. Estas pedagogías ya no se aplican, pero todavía quien se sale de su sitio, en el amor, en el trabajo o en lo que sea, arriesga escarmientos públicos que podrían matarlo o dejarlo más muerto que vivo.
Los sincasta, uno de cada cinco hindúes, están por debajo de los de más abajo. Los llaman intocables, porque contaminan: malditos entre los malditos, no pueden hablar con los demás, ni caminar sus caminos, ni tocar sus vasos ni sus platos. La ley los protege, la realidad los expulsa. A ellos, cualquiera los humilla; a ellas, cualquiera las viola, que ahí sí que resultan tocables las intocables.
A finales del año 2004, cuando el tsunami embistió contra las costas de la India, los intocables se ocuparon de recoger la basura y los muertos.
Como siempre.
Eduardo Galeano

10.8.15

"El nacedor".

HOJA-FONDO

¿Por qué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre 
de seguir naciendo?
Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace.
Él es el más nacedor de todos.
¿No será porque el Che decía lo que pensaba,
 y hacía lo que decía?
¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario,
 en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran,
 y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen?
Eduardo Galeano