23.5.25

"Haroldo."

 Haroldo conoce como pocos este mundo del delta.

 Sabe cuáles son los buenos lugares para pescar y cuáles los atajos

 y los rincones ignorados de las islas;

 conoce el pulso de las mareas y las vidas de cada pescador y cada bote,

 los secretos de la comarca y de la gente.

 Sabe andar por el delta como sabe viajar, cuando escribe, por los túneles del tiempo.

 Vagabundea por los arroyos o anda días y noches

 por el río abierto, a la ventura, buscando aquel navío fantasma

 en que navegó allá en la infancia o en los sueños;

 y mientras persigue lo que perdió va escuchando voces y contando historias

 a los hombres que se le parecen. 

Triste, solo y manso, Haroldo vive al ritmo del río, que corre sin apuro.

 Cuando llega la violencia, le sube de a poco,

 como crece suavemente el agua,

 pero que se cuiden los hijos de puta: la corriente alzada arranca árboles y casas:

 lo he visto embestir y le conozco las furias (…).” 

Ahora no sabemos nada de él y yo ya no tengo cómo decirle que lo quiero y que nunca

 se lo dije por la vergüenza o la pereza que me daba.” 

EDUARDO GALEANO.

Revista Crisis Nº 40, Buenos Aires, Agosto de 1976. Disponible en http://www.revistacrisis.com.ar/IMG/ pdf/crisis40_agosto76.pdf

 Último acceso 17/9/15.  

19.5.25

" La casa de las palabras."

  " A la casa de las palabras, soñó Helena Villagra, acudían los poetas.

 Las palabras, guardadas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas 

y se les ofrecían, locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban

 a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran. 

Los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces

 se relamían o fruncían la nariz. 

Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían,

 y también buscaban palabras que conocían y habían perdido.

 En la casa de las palabras había una mesa de los colores.

 En grandes fuentes se ofrecían los colores

 y cada poeta se servía del color que le hacía falta: amarillo limón o amarillo sol,

 azul de mar o de humo,

 rojo lacre, rojo sangre, rojo vino…"


EDUARDO  GALEANO.