“Sus palabras rescatan la magia de los excluidos,
de los negros, de las mujeres, de los gitanos,
de los cantantes, de los ‘nadies’, de los futbolistas que teniendo todo
para ser perdedores se volvieron los mejores"
"Las palabras de Galeano todavía están muy vivas.
No envejecen, algunas llevan cincuenta años
y parecen que están
bailando.
Por eso es una delicia leerlo todavía,
son palabras que no te cansan sino que te revitalizan.
Sus palabras entran por los ojos, pero se distribuyen por todo tu cuerpo.
Todas son subversivas,
todas rompen el protocolo de la lectura tranquila”.
Ortiz Cotte.