11.4.20

"Tamara vuela dos veces" de Eduardo Galeano por Tom Lupo

Rosa fue torturada, bajo control de un médico que mandaba parar, y violada, y fusilada con balas de fogueo.
 Pasó ocho años presa, sin proceso ni explicaciones, hasta que el año pasado la expulsaron de Argentina. 
Ahora, en el aeropuerto de Lima, espera.
 Por encima de los Andes, su hija Tamara viene volando hacia ella.


Tamara viaja acompañada por dos de las abuelas que la encontraron. Devora todo lo que le sirven en el avión, sin dejar una miga de pan ni un grano de azúcar.
 En Lima, Rosa y Tamara se descubren.
 Se miran al espejo, juntas, y son idénticas: los mismos ojos, la misma boca, los mismos lunares en los mismos sitios.



Cuando llega la noche, baña a su hija.
 Al acostarla, le siente un olor lechoso, dulzón; y vuelve a bañarla. Y otra vez.
 Y por más jabón que le mete, no hay manera de quitarle ese olor. 
Es un olor raro… Y de pronto, Rosa recuerda.
Es el olor de los bebitos cuando acaban de mamar...
 Tamara tiene diez años y esta noche huele a recién nacida.



Eduardo Galeano

" El elefante."

"La cultura dominante, cultura del desvínculo, rompe
 la historia pasada como rompe la realidad presente..."

Galeano.


Cuando era niño, mi abuela me contó la fábula de los ciegos y el elefante.
Estaban los tres ciegos ante el elefante. Uno de ellos le palpó el rabo y dijo: -Es una cuerda.
Otro ciego acarició una pata del elefante y opinó: -Es una columna.
Y el tercer ciego apoyó la mano en el cuerpo y dijo: -Es una pared.
Así estamos: ciegos de nosotros, ciegos del mundo.
Desde que nacemos, nos entrenan para no ver más que pedacitos.
La cultura dominante, cultura del desvínculo, rompe la historia pasada como rompe la realidad presente; y prohíbe armar el rompecabezas.

EDUARDO  GALEANO.

" Urraca."

"Me vi forzada a seguir la disposición y arbitrio de los grandes,
 casándome con el cruento, fantástico y tirano rey de Aragón. 
El cual, no sólo me deshonraba con torpes palabras 
sino que muchas veces mi rostro fue manchado 
por sus sucias manos y golpeado por su pie."

- Palabras de Doña Urraca -


"Fue la primera reina de España.
Urraca gobernó durante diecisiete años; pero la historia clerical dice que no fueron más que cuatro.
Se divorció del marido que le impusieron, harta de agravios y patadas, y lo echó del lecho y del palacio pero la historia clerical dice que él la repudió.
Para que la Iglesia supiera quién mandaba, y aprendiera a respetar el trono femenino, la reina Urraca encerró en la cárcel al arzobispo de Santiago de Compostela y le arrebató sus castillos, cosa jamás vista en tan cristianas tierras.
Pero la historia clerical dice que todo eso no fue más que un estallido de su ánimo mujeril, que rápidamente se desorbitaba, y de su mente llena de pestífero veneno.
Tuvo amores, amoríos, amantes, y alegremente los celebró pero la historia clerical dice que fueron conductas que sonrojaría relatar."

EDUARDO GALEANO.
De: " Espejos." 
"Una historia casi universal."

8.4.20

" La llamita." Mohamed Bouazizi .

Esa mañana del año 2010 Mohamed Bouazizi venía arrastrando, como todos los días, su carrito de frutas y verduras en algún lugar de Túnez.
Como todos los días, llegaron los policías a cobrar el peaje por ellos inventando.
Pero esa mañana Mohamed no pagó.
Los policías lo golpearon, le volcaron el carrito y pisotearon las frutas y verduras desparramadas en el suelo.
Entonces Mohamed se regó con gasolina de la cabeza a  los pies y se prendió fuego.
Y esa fogata chiquita, no más alta que cualquier vendedor callejero, alcanzó en pocos días el tamaño de todo el mundo árabe, incendiado por la gente harta de ser nadie.
EDUARDO GALEANO.
De: " Amares".

" Definición del arte." Cándido Portinari




















Portinari no está —decía Portinari. 
Por un instante asomaba la nariz, daba un portazo y desaparecía.


Eran los años treinta, años de cacería de rojos en Brasil

 y Portinari se había exiliado en Montevideo.



Iván Krnald no era de esos años, ni de ese lugar pero mucho después,

 él se asomó por los agujeritos de la cortina del tiempo y me contó lo que vio:



Cándido Portinari pintaba de la mañana a la noche... y de noche también.



Portinari no está - decía. 

En aquel entonces los intelectuales comunistas del Uruguay

 iban a tomar posición ante el realismo socialista 

y pedían la opinión del prestigioso camarada.



Sabemos que usted no está, maestro— le dijeron, y le suplicaron:



Pero... no nos permitiría un momento? Un momentito.



Y le plantearon el asunto.



Yo no sé— dijo Portinari.



Y dijo:



Lo único que yo sé, es ésto: el arte es arte o es mierda. 
EDUARDO GALEANO.
DE " Amares"

" Onetti."


Yo no tenía ni veinte años y andaba jugando a la gallina ciega en las noches del mundo.
Quería pintar y no podía.
 Quería escribir y no sabía.
 A veces escribía algún cuento y ,a veces ,se lo llevaba a Juan Carlos Onetti. 
Él estaba siempre en cama, por pereza, por tristeza, rodeado de pirámides de puchos,
 tras una muralla de botellas vacías. 
Yo me sentía en la obligación de emitir frases inteligentísimas.
 El maestro Onetti miraba el techo y no abría la boca más que para bostezar, fumar y beber, lenta sueñera, pitadas lentas, tragos lentos, y quizás mascullaba algún fruto de sus prolongadas meditaciones sobre la situación nacional e internacional:
-La cosa se jodió -decía- el día que los milicos y las mujeres aprendieron a leer.
Sentado a su orilla, yo esperaba que él me dijera que aquellos cuentitos míos eran indudablemente geniales, pero él callaba y a lo sumo gruñía o me estimulaba así:
-Mirá, pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo.

Eduardo Galeano.
De: " Amares."

" Arguedas".

“El individualismo agresivo
 no es el que va a impulsar bien a la Humanidad
 sino que la va a destruir.”

José María Arguedas.



Lima . 1969.


 Se parte el cráneo de un balazo. Su historia es la historia del Perú y enfermo de Perú se mata.


  Hijo de blancos, José María Arguedas había sido criado por los indios. Habló quechua toda su infancia. 
  A los diecisiete años fue arrancado de la sierra y arrojado a la costa; salió de los pueblitos comuneros para entrar en las ciudades propietarias.


 Aprendió la lengua de los vencedores y en ella habló y escribió.
 Nunca escribió sobre los vencidos, sino desde ellos.
 Supo decirlos pero su hazaña fue su maldición. 
Sentía que todo lo suyo era traición o fracaso, desgarramiento inútil.
 No podía ser indio, no quería ser blanco, no soportaba ser a la vez el desprecio y el despreciado.

 Caminó el solitario caminante al borde de ese abismo entre los dos mundos enemigos que le dividían el alma.
 Muchas avalanchas de angustia le cayeron encima, peores que cualquier alud de lodo y piedras... hasta que fue derribado.

EDUARDO GALEANO .
De: " Amares."

7.4.20

" Amares" de EDUARDO GALEANO..

"El amor incondicional
 es el que te ama así como eres,
 hagas lo que hagas. "
 Anthony De Mello


" Amar a mares."

" Asaltado asaltante."


"En América Latina, las dictaduras militares quemaban los libros subversivos. Ahora, en democracia, se queman los libros de contabilidad.
 Las dictaduras militares desaparecían gente.
 Las dictaduras financieras desaparecen dinero.
Un buen día, los bancos de la Argentina se negaron a devolver el dinero de los ahorristas.
Norberto Roglich había guardado sus ahorros en el banco, para que no los comieran los ratones ni los robaran los ladrones.
 Cuando fue asaltado por el banco, don Norberto estaba muy enfermo, porque los años no vienen solos y la jubilación no daba para pagar los remedios.
De modo que no le quedaba otra: desesperado, penetró en la fortaleza financiera y sin pedir permiso se abrió paso hasta el escritorio del gerente.
 En el puño apretaba una granada:
-O me dan mi plata o volamos todos.
La granada era de juguete, pero hizo el milagro: el banco le entregó su dinero.
Después, don Norberto marchó preso.
 El fiscal pidió ocho a dieciséis años de cárcel. 
Para él, no para el banco."

EDUARDO  GALEANO.
De: " Amares".

" La alegría de hacer..."



EDUARDO GALEANO.

" Sólo los pobres van presos..."


EDUARDO  GALEANO

" El mundo : Laberinto sin centro."



EDUARDO  GALEANO