"Desde hace unos trescientos sesenta millones de años, las plantas vienen produciendo semillas fecundadas, que generan nuevas plantas y nuevas semillas,
y nunca han cobrado nada por ese favor que nos hacen.
Pero en 1998, fue otorgada a la empresa Delta and Pine
la patente que santifica la producción y la venta de semillas estériles,
que obligan a comprar nuevas semillas en cada siembra.
A mediados de agosto del año 2006, la empresa Monsanto,
de sacro nombre, se adueñó de la Delta and Pine, y también de la patente.
Así Monsanto consolidó su poder universal: las semillas estériles,
llamadas semillas suicidas o semillas Terminator,
integran el muy lucrativo negocio que también obliga a comprar herbicidas,
pesticidas y otros venenos de la farmacia transgénica.
En la Pascua del año 2010, pocos meses después del terremoto,
Haití recibió un gran regalo de Monsanto: sesenta mil bolsas de semillas
producidas por la industria química.
Los campesinos se juntaron para recibir la ofrenda,
y quemaron todas las bolsas en una inmensa hoguera."
EDUARDO GALEANO
De: " Los hijos de los días."