12.5.23

"El imperdonable."

 10 de Mayo

El poeta Roque Dalton era jodón y respondón.
 Nunca
aprendió a callar ni a obedecer, y ejercía un desafiante
sentido del humor y del amor.
En la noche de hoy del año 1975, sus compañeros
de la guerrilla de El Salvador lo mataron de un balazo
mientras dormía.
Los militantes que matan para castigar la
discrepancia son tan criminales como los militares que
matan para perpetuar la injusticia.

EDUARDO  GALEANO.

De :" Los hijos de los días"

9.5.23

"Delincuencia."

Los delincuentes pobres son los villanos de la película;

 los delincuentes ricos escriben el guion y dirigen a los actores"


EDUARDO  GALEANO.

De : " Patas arriba."

Perpetuar la memoria.

" Es  admirable la capacidad que han tenido los indígenas

 de las Américas en perpetuar una memoria

 que fue quemada, castigada, ahorcada,

 despreciada durante cinco siglos. 

Y la humanidad entera tiene que estarle muy agradecida,

 porque gracias a esa porfiada memoria sabemos 

que la tierra puede ser sagrada, 

que somos parte de la naturaleza, 

que la naturaleza no termina en nosotros.

 Que hay posibilidades de organizar la vida colectiva,

 formas comunitarias que no están basadas en el dinero. 

Que la competencia contra el prójimo no es inevitable 

y que el prójimo puede ser algo mucho más que un competidor».


EDUARDO  GALEANO.

 Mitos de la memoria del Fuego

El caballo

"Tarde tras tarde, Paulo Freire se colaba en el cine del barrio de Casa Forte, en Recife,
 y, sin pestañear, veía y volvía a ver las películas de Tom Mix. 
Las hazañas del cowboy de sombrero aludo, que rescataba a las damas indefensas 
de manos de los malvados, le resultaban bastante entretenidas, 
pero lo que a Paulo de veras le gustaba era el vuelo de su caballo. De tanto mirarlo y admirarlo, se hizo amigo; y el caballo de Tom Mix lo acompañó, desde entonces, toda la vida. 
Aquel caballo del color de la luz galopaba en su memoria y en sus sueños, sin cansarse nunca, mientras Paulo andaba por los caminos del mundo.
Paulo pasó años, añares, buscando esas películas de su infancia:
–¿Tom qué?
Nadie tenía la menor idea.
Hasta que por fin, a los setenta y cuatro años de su edad, encontró las películas en algún lugar de Nueva York. Y volvió a verlas. 
Fue algo de no creer: el caballo luminoso, su amigo de siempre, no se parecía nada, ni un poquito se parecía, al caballo de Tom Mix.
Paulo sufrió esta revelación a fines de 1995. Se sintió estafado. Cabizbajo, murmuraba:
–No tiene importancia.
Pero tenía.
En esas navidades, Nita, su mujer, le regaló una pelota. 
Paulo había recibido treinta y seis doctorados honoris causa de las universidades de muchos países, pero nunca en la vida nadie le había regalado una pelota de fútbol.
La pelota brillaba y volaba por los aires, casi tanto como el caballo perdido."

EDUARDO GALEANO.