17.12.16

"Hay otros mundos pero están en éste" - Entrevista a Galeano - Miguel Russo.


Por Miguel Russo


Eduardo Germán Hughes Galeano nació el 3 de septiembre de 1940 en Montevideo y escribe el mundo en unas libretitas así de chiquitas, de las que le caben dos en la palma de la mano. Fue caricaturista, mensajero, peón, cobrador, taquígrafo, cajero de banco, redactor de Marcha, director de Época y de Crisis, exiliado.

De Las venas abiertas de América latina, en 1971, hasta el reciente Espejos, sus libros encabezan las listas de más vendidos, aunque está muy alejado de las reglas del best seller. Tan alejado como para saber que el mundo cabe en una página de una cualquiera de sus libretitas. Y que, al dar vuelta las páginas, habrá otro mundo y otro y otro. Como haciéndole caso a Paul Eluard y su frase: “Hay otros mundos, pero están en este”.
Toma un jugo de naranja en el café de la librería El Ateneo, en Santa Fe y Callao. Cuesta encontrarlo, escondido casi en un rincón, entre cientos de personas que leen libros y charlan bajo una cortina de música andaluza a un volumen poco aconsejable. Cuesta encontrarlo, sobre todo, porque Galeano es sinónimo de cafés con historia. Y con historias. Como la de El Brasilero, en Montevideo, muy distinto a este coqueto fruto de la posmodernidad porteña. “Me gusta mucho este lugar –dice–, fue una gran idea convertir este enorme lugar, antes un teatro, en librería y café a la vez. El Brasilero es otra cosa. Pensar que me lo habían cerrado. Llegué ahí hace unas semanas y me encontré con una cortina de fierro hasta el piso.” Galeano cuenta que se impresionó, que quedó como mareado, que casi lo atropella un auto, que se sentó en el cordón de la vereda sin comprender por qué le habían sacado el café. “Como nadie sabía dar razones, me metí a gestionar y fui a pedirle a algunos amigos de los diarios y de la televisión que me ayudaran a resolver esa barbaridad. No en vano soy el socio número uno del café. No podía ser que a una ciudad con una memoria tan corta le rifaran algunos recuerditos. 1877: el café más antiguo de todos”, dice.


El desenlace es típica y genialmente uruguayo: “El nuevo dueño fue a la televisión a pedirme disculpas. Y se comprometió a reabrirlo. Espero ansioso: no tengo dónde tomar café en Montevideo”. Galeano sabe que las reglas de juego del mundo moderno no tienen en cuenta los lugares poco rentables, como un café donde sentarse a recordar: “Uno pide un café y se la pasa tres horas charlando con un amigo o mirando como un pavote por la ventana. Y sí, a la larga van quebrando. Ese es el último que quedaba. Pero el nuevo dueño va a hacer unos cambios y espero que sobreviva”.

–¿Qué significa ese café, todos los cafés, para usted?

–El símbolo de una ciudad que tenía lugares de encuentro, cada vez más difíciles de encontrar. Problema grave: la cultura del mundo actual conduce al desvínculo. Y estos cafés joden a esa cultura. Pertenecen a un tiempo en el que había tiempo para perder el tiempo.

"Una historia: Doctor Galarza ."

“Hace muchos años, yo era un pibe, trabajé en un banco como cadete.
 Me mandaban a las sucursales más lejanas.
 Una vez llegué a Cerro Chato, que como su nombre lo indica, no tiene ningún cerro, ni alto ni bajo, ni chato. Allí, la principal referencia era la casa del Doctor Galarza. 
Todo quedaba a dos cuadras, a la vuelta, hacia la derecha o hacia la izquierda de la casa del Doctor Galarza. Y pregunté si Galarza era abogado o médico.
 Ninguna de las dos cosas, me dijeron los lugareños.
 El viejo Galarza, el padre de este tipo, quería tener un hijo con diploma.
 Cuando el niño nació y su padre vio que no era digno de confianza, le puso de nombre Doctor.
 Doctor de nombre y Galarza de apellido”.

 Galeano
Entrevista

Mundo se rifa (1/3)

Canal Encuentro presenta "La vida según Galeano", un ciclo en el que Eduardo Galeano nos acerca su particular manera de ver Latinoamérica y el mundo. El genial escritor uruguayo selecciona y relata los textos más destacados de su obra. Su particular mirada sobre la historia, los hombres, el arte y las pasiones se van entrelazando con imágenes y documentos que ilustran el testimonio de uno de los más atentos observadores de nuestros tiempos. En trece capítulos, Galeano aborda el amor, los niños, el fútbol, las mujeres y otras pasiones que iluminaron su reconocida obra. Sus breves y contundentes relatos van desde pequeños detalles hasta grandes planteos que enfrenta la humanidad actualmente. El recorrido no tiene límites; la guía es la sinceridad y el asombro por los seres y las cosas que nos rodean. Desde un ambiente íntimo y habitual para los escritores, este ilustre intelectual latinoamericano compartirá con la audiencia ideas, relatos y varios de sus textos que confluyen en recuperar la historia y las historias de nuestro continente para saber qué pasado hemos levantado y qué futuro estamos construyendo.

La vida según Galeano
Capítulo 1. Mujeres
Capítulo 2. Niños
Capítulo 3. Los primeros americanos
Capítulo 4. Futbolerías
Capítulo 5. Amares
Capítulo 6. Memorias y desmemorias
Capítulo 7. Hijos de África
Capítulo 8. Los nadies
Capítulo 9. El arcoiris terrestre
Capítulo 10. El miedo manda
Capítulo 11. Mapamundi
Capítulo 12. Te doy mi palabra
Capítulo 13. Mundo se rifa

Todos los derechos pertenecen a Encuentro (Ministerio de Educación de la Nación), 2008.

14.12.16

" Mensaje cotidiano".

“No es necesario saber leer y escribir para escuchar la radio a transistores o mirar la televisión y recibir el cotidiano mensaje que enseña a aceptar el dominio del más fuerte y a confundir la personalidad con un automóvil, la dignidad con un cigarrillo y la felicidad con una salchicha.” 

EDUARDO GALEANO

" Recursos naturales."


"La historia de América Latina
 es la historia del despojo
 de los recursos naturales."

EDUARDO GALEANO