“Miles y miles de hijos habían sido devorados por la dictadura militar argentina
y más de quinientos niños habían sido repartidos
como botín de guerra, y ni una palabra decían los diarios,
las radios, ni los canales de televisión.
Unos meses después de la primera reunión, tres de aquellas madres,
Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Eugenia Ponce,
desaparecieron también, como sus hijos, y como ellos fueron torturadas
y asesinadas.
Pero ya era imparable la ronda de los jueves.
Los pañuelos blancos daban vueltas y más vueltas
a la Plaza de Mayo, y al mapa del mundo.”
EDUARDO GALEANO.
“Las rondas de la memoria”
De: " Los hijos de los días"