Les espera la horca.
Eran cinco, pero Lingg madrugó a la muerte haciendo estallar
entre sus dientes una cápsula de dinamita.
entre sus dientes una cápsula de dinamita.
Fischer se viste sin prisa, tarareando «La Marsellesa».
Parsons, el agitador que empleaba la palabra como látigo o cuchillo,
aprieta las manos de sus compañeros antes de que los guardias
se las aten a la espalda.
aprieta las manos de sus compañeros antes de que los guardias
se las aten a la espalda.
Engel, famoso por la puntería, pide vino de Oporto y hace
reír a todos con un chiste.
reír a todos con un chiste.
Spies, que tanto ha escrito pintando a la anarquía como
la entrada a la vida se prepara, en silencio,
para entrar en la muerte.
la entrada a la vida se prepara, en silencio,
para entrar en la muerte.
Los espectadores, en platea de teatro, clavan la vista en el cadalso.
Una seña, un ruido, la trampa cede…
Ya, en danza horrible,
murieron dando vueltas en el aire.
Ya, en danza horrible,
murieron dando vueltas en el aire.
José Martí escribe la crónica de la ejecución
de los anarquistas en Chicago.
de los anarquistas en Chicago.
La clase obrera del mundo los resucitará
todos los primeros de mayo.
todos los primeros de mayo.
Éso todavía no se sabe,
pero Martí siempre escribe como escuchando,
donde menos se espera, el llanto de un recién nacido.
pero Martí siempre escribe como escuchando,
donde menos se espera, el llanto de un recién nacido.
Fragmento de : El libro De los Abrazos-
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano