4.6.16

"Un hongo grande como el cielo."


Cielo de Hiroshima, agosto de 1945.

El avión B-29 se llama Enola Gay, como la mamá del piloto.

Enola Gay trae un niño en la barriga. 
La criatura, llamada Little Boy, mide tres metros y pesa más de cuatro toneladas.

A las ocho y cuarto de la mañana, cae.
 Demora un minuto en llegar.
 La explosión equivale a cuarenta millones de cartuchos de dinamita.

Allí donde Hiroshima era, se alza la nube atómica. 
Desde la cola del avión, George Carón, fotógrafo militar, dispara su cámara.

Este inmenso, hermoso, hongo blanco, se convierte en el logotipo de cincuenta y cinco empresas de Nueva York y del concurso de Miss Bomba Atómica, en Las Vegas.

En 1970, un cuarto de siglo después, se publican por vez primera algunas fotos de las víctimas de las radiaciones, que eran secreto militar.

En 1995, la Smithsonian Institution anuncia en Washington una gran exposición sobre las explosiones de Hiroshima y Nagasaki.

El gobierno la prohíbe."

EDUARDO GALEANO.
Fuente : " Espejos - Una historia casi universal."

"La impunidad es hija del olvido."


"El imperio otomano se caía a pedazos y los armenios pagaron el pato.

Mientras ocurría la primera guerra mundial, una carnicería programada por el gobierno acabó con la mitad de los armenios de Turquía: casas saqueadas y quemadas, caravanas de desnudos arrojados al camino sin agua ni nada, mujeres violadas a la luz del día en la plaza del pueblo, cuerpos mutilados flotando en los ríos.

Quien no murió de sed o hambre o frío, murió de cuchillo o bala. O de horca. O de humo: en el desierto de Siria, los armenios expulsados de Turquía fueron encerrados en cuevas y asfixiados con humo, en lo que fue algo así como una profecía de las cámaras de gas de la Alemania nazi.

Veinte años después, Hitler estaba programando, con sus asesores, la invasión de Polonia. Midiendo los pros y los contras de la operación, Hitler advirtió que habría protestas, algún escándalo internacional, algún griterío, pero aseguró que ese ruido no duraría mucho. 
Y preguntando comprobó:
—¿Quién se acuerda de los armenios?"

EDUARDO GALEANO.

De : "Espejos. Una historia casi universal."

"La Carta Que NO Llegó".


Montevideo por los años 70, durante la dictadura militar que duró hasta 1984“.

Todavía no le habían reventado el hígado al cabo de varias semanas de no poder arrancarle ni una sola palabra de la boca. Todavía no lo habían arrojado muerto al monte, cerquita de un pueblo cualquiera. Y no sabía, y nunca supo, que en alguna parte había una carta para él. La carta decía:

“Hemos preguntado por todas partes y nadie sabe dar cuenta de tu paradero.

 En los cuarteles se ríen de mí cuando pregunto.
 Ellos dicen que te habrás ido con otra, pero yo sé que te han metido preso de nuevo porque vino un amigo tuyo que sabe y me lo dijo.
 Me pregunto dónde andarás.
 Los sufrimientos que estarás pasando ya me los imagino.
 Puede ser que esta carta te llegue y puede ser que no, pero lo mismo la voy a llevar, a ver qué pasa.

Dice el “Yuyo”que te manda un chicle globero, porque vos sabés hacer buenos globos, globos grandes, que vuelan, y así te metés adentro del globo y te escapás.

 Dice que cuando vuelvas le traigas un paraguas y un helado.
 Hoy se levantó muy temprano para pedirle que vuelvas al lucero del alba.
El Yuyo es una maquinita de hacer preguntas. 
Me tiene loca con las preguntas. ¿Cuándo empezará todo de nuevo? ¿Cuándo empezará todo otra vez? ¿Cuántos segundos demora en  pasar un siglo? 
A veces me dice que está deseando nacer y está deseando crecer, pero a veces me dice que quiere volver a meterse en mi barriga.
Camina mucho solo, anda por ahí, sin darse con nadie. 
A cuanto tipo de uniforme ve por la calle, aunque sea un portero de hotel, le pregunta:-  ¿Cuándo me vas a devolver a mi papá? 
Dice que los va a fulminar a todos con el rayo ultra-seven y les patea los tobillos y sale corriendo.
Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede.
 Perdóname si tantas veces me anduve quejando por bobadas. 
Un día me dijiste que yo tenía cara de mujer a la que siempre se vuelve y yo te espero ahora o cuando sea y donde sea y como sea.
 Quiero que sepas.”

Eduardo Galeano
(La carta que no llegó ) 
De : "La canción de nosotros, 1975."

Peligro en las cárceles



En 1998, la Dirección Nacional del Régimen Penitenciario de la República 
de Bolivia recibió una carta firmada por todos los presos de una cárcel del valle 
de Cochabamba. 
Los presos pedían a las autoridades que tuvieran a bien elevar la altura del 
muro de la prisión, porque los vecinos lo saltaban fácilmente y les robaban la 
ropa que ellos colgaban a secar en el patio. 
Como no había presupuesto disponible, no hubo respuesta.

 Y como no 
hubo respuesta, los presos no tuvieron más remedio que poner manos a la obra. 
Y alzaron bien alto el muro, con ladrillos de barro y paja, para protegerse de los 
ciudadanos que vivían en los alrededores de la prisión. 

EDUARDO GALEANO.
FUENTE : " Espejos."

Mengele .

"No es lícito olvidar, no es lícito callar.
 Si nosotros callamos, ¿Quién hablará?"
PRIMO LEVI


Por razones de higiene, a la entrada de las cámaras de gas había rejillas de 
hierro.
 Ahí los funcionarios limpiaban el barro de sus botas. 
Los condenados, en cambio, entraban descalzos.
 Entraban por la puerta y 
salían por las chimeneas, después de ser despojados de los dientes de oro, la 
grasa, el pelo y todo lo que pudiera tener valor. 
Allí, en Auschwitz, el doctor Josef Mengele hacía sus experimentos. 
Como otros sabios nazis, él soñaba con criaderos capaces de generar la 
súper raza del futuro. 
Para estudiar y evitar las taras hereditarias, trabajaba con 
moscas de cuatro alas, ratones sin patas, enanos y judíos.
 Pero nada excitaba 
tanto su pasión científica como los niños gemelos. 
Mengele repartía chocolatines y afectuosas palmadas entre sus cobayos 
infantiles, aunque en la mayoría de los casos no resultaron útiles al progreso de 
la Ciencia. 
Intentó convertir a algunos gemelos en hermanos siameses, y les abrió las 
espaldas para conectarles las venas: murieron despegados y aullando de dolor. 
A otros trató de cambiarles el sexo: murieron mutilados. 
A otros les operó las cuerdas vocales, para cambiarles la voz: murieron 
mudos. 
Para embellecer la especie, inyectó tintura azul en gemelos de ojos oscuros: 
murieron ciegos. 
Eduardo Galeano.

3.6.16

"Patas arriba".

" En la escuela del mundo al revés,
 el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse.
 Las víboras aprenden a volar
 y las nubes aprenden
 a arrastrarse por los caminos."

Eduardo Galeano
Patas arriba

Generoso el Papa.

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Setenta años después de los viajes de la flota china, España inició la conquista de América y sentó a un español en el trono del Vaticano.

Rodrigo Borgia, nacido en Valencia, se convirtió en el Papa de Roma y pasó a llamarse Alejandro VI, gracias a los votos de los cardenales que compró con oro y plata cargados en cuatro mulas.

El Papa español promulgó sus Bulas de donación, que regalaron a los reyes de España y a sus herederos, en nombre de Dios, las islas y tierras que unos años después se llamaron América.

El Papa también confirmó que Portugal era dueña y señora de las islas y tierras del África negra, de las que arrancaba, desde hacía medio siglo, oro, marfil y esclavos.

Las intenciones no eran exactamente las mismas que habían guiado las navegaciones del almirante Zheng.
 El Papa regalaba América y el África para que las naciones bárbaras fueran abatidas y reducidas a la fe católica.

EDUARDO  GALEANO.
FUENTE: "Espejos."

2.6.16

Desobediencia.


"Ojalá podamos ser desobedientes, 
cada vez que recibimos órdenes
 que humillan nuestra conciencia
 o violan nuestro sentido común."

EDUARDO  GALEANO.

"Por ellos ... ¿Quién preguntó?."


"....En una sola noche de agosto de 1944,
 dos mil ochocientos noventa y siete gitanos,
 mujeres, niños, hombres, se hicieron humo

 en las cámaras de gas de Auschwitz.
Una cuarta parte de los gitanos de Europa


 fue aniquilada en esos años.
Por ellos, ¿quién preguntó?”
Eduardo Galeano

"Mundo al revés".

El escritor Osvaldo Bayer se solidariza con
la lucha de los trabajadores patagónicos.
- 2 . Junio - 2016 -

"¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible?
 El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo.
 En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación.
 Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento.
 Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela."

EDUARDO  GALEANO.
Fuente : " Patas arriba."

Marco Polo.


Estaba preso, en Génova, cuando dictó su libro de viajes. Sus compañeros
de cárcel le creían todo. Cuando escuchaban las aventuras de Marco Polo,
veintisiete años de viajes por los caminos de Oriente, todos los presos se
escapaban y viajaban con él.

Tres años después, el prisionero veneciano publicó su libro. Publicó es un
decir, porque la imprenta no existía en Europa. Circularon algunas copias,
hechas a mano. 
Los pocos lectores que Marco Polo encontró no le creyeron ni
una palabra.

Alucinaba el mercader: ¿así que las copas de vino se alzaban en el aire sin
que nadie las tocara, y llegaban a los labios del gran Kan? ¿Así que había
mercados donde un melón de Afganistán era el precio de una mujer? Los más
piadosos dijeron que no estaba bien de la cabeza.
En el mar Caspio, camino del monte Ararat, este delirante había visto
aceites que ardían, y había visto rocas que ardían en las montañas de China.

Sonaba por lo menos ridículo eso de que los chinos tenían dinero de papel,
billetes sellados por el emperador mongol, y barcos donde navegaban más de
mil personas. Sólo carcajadas merecían el unicornio de Sumatra y las arenas
cantoras del desierto de Gobi, y eran simplemente inverosímiles esas telas que se burlaban del fuego en los poblados que Marco Polo había encontrado más allá de Taklinakán.

Siglos después, se supo:
los aceites que ardían eran petróleo;
las piedras que ardían, carbón;
los chinos usaban papel moneda desde hacía quinientos años y sus buques,
diez veces más grandes que los buques europeos, tenían huertas que daban
verduras frescas a los marineros y les evitaban el escorbuto;
el unicornio era el rinoceronte;
el viento hacía sonar las cumbres de los médanos en el desierto;
y eran de amianto las telas resistentes al fuego.
En tiempos de Marco Polo, Europa no conocía el petróleo, ni el carbón, ni el papel moneda, ni los grandes buques, ni el rinoceronte, ni las altas dunas, ni el amianto.

EDUARDO  GALEANO.
Fuente : " Espejos."

1.6.16

Fundación del jazz



Corría el año 1906. La gente iba y venía, como cualquier día, a lo largo de la 
calle Perdido, en un barrio pobre de Nueva Orleans.
 Un niño de cinco años, 
asomado a la ventana, contemplaba aquel aburrimiento, con los ojos y los oídos 
muy abiertos, como esperando algo que iba a ocurrir. 
Y ocurrió. La música estalló desde la esquina y ocupó toda la calle. Un 
hombre soplaba su corneta, alzada al cielo, y a su alrededor la multitud batía 
palmas y cantaba y bailaba. Y Louis Armstrong, el niño de la ventana, se 
meneaba tanto que por poco no se cayó desde allá arriba. 
Unos días después, el hombre de la corneta fue a parar al manicomio. Lo 
encerraron en el sector reservado a los negros. 
Ésa fue la única vez que su nombre, Buddy Bolden, apareció en los diarios. 
Murió un cuarto de siglo después, en ese mismo manicomio, y los diarios ni se 
enteraron. Pero su música, nunca escrita ni grabada, siguió sonando dentro de 
quienes la habían gozado en fiestas o funerales. 
Según dicen los que saben, ese fantasma fue el fundador del jazz. 
EDUARDO GALEANO.
Fuente : " Espejos."

"Civilización china."

"Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro."
Confucio.

"Antes que nadie, los chinos descubrieron, nombraron y cultivaron el té.
Fueron los primeros en extraer sal de pozos profundos y fueron los primeros en usar gas y petróleo en sus cocinas y en sus lámparas.
Crearon arados de hierro de porte liviano y máquinas sembradoras, trilladoras y cosechadoras, dos mil años antes de que los ingleses mecanizaran su agricultura."

Eduardo Galeano.

¿Qué no inventaron los chinos?

"¿Me preguntas por qué compro arroz y flores?
 Compro arroz para vivir
 y flores para tener algo por qué vivir."
Confucio.


Allá en la infancia, supe que China era un país que estaba al otro lado del
Uruguay y se podía llegar allí si uno tenía la paciencia de cavar un pozo bien hondo.

Después, algo aprendí de historia universal, pero la historia universal era, y sigue siendo, la historia de Europa. El resto del mundo yacía, yace, en tinieblas.

China también. Poco o nada sabemos del pasado de una nación que inventó casi todo.

La seda nació allí, hace cinco mil años.

Antes que nadie, los chinos descubrieron, nombraron y cultivaron el té.
Fueron los primeros en extraer sal de pozos profundos y fueron los primeros en usar gas y petróleo en sus cocinas y en sus lámparas.
Crearon arados de hierro de porte liviano y máquinas sembradoras, trilladoras y cosechadoras, dos mil años antes de que los ingleses mecanizaran su agricultura.

Inventaron la brújula mil cien años antes de que los barcos europeos empezaran a usarla.

Mil años antes que los alemanes, descubrieron que los molinos de agua podían dar energía a sus hornos de hierro y de acero.

Hace mil novecientos años, inventaron el papel.

Imprimieron libros seis siglos antes que Gutenberg, y dos siglos antes que él usaron tipos móviles de metal en sus imprentas.

Hace mil doscientos años inventaron la pólvora, y un siglo después el cañón.

Hace novecientos años, crearon máquinas de hilar seda con bobinas movidas a pedal, que los italianos copiaron con dos siglos de atraso.

También inventaron el timón, la rueca, la acupuntura, la porcelana, el fútbol, los naipes, la linterna mágica, la pirotecnia, la cometa, el papel moneda, el reloj mecánico, el sismógrafo, la laca, la pintura fosforescente, los carretes de pescar, el puente colgante, la carretilla, el paraguas, el abanico, el estribo, la herradura, la llave, el cepillo de dientes y otras menudencias.

EDUARDO GALEANO.
Fuente : " Espejos."