6.3.18

" Él y Olga"


"He luchado por lo justo, por lo bueno y por lo mejor del mundo...
 Quiero que me entiendan bien: prepararme para la muerte
 no significa que me rinda, sino saber hacerle frente cuando llegue".
Olga



1936. Río de Janeiro 


Al frente de su ejército rebelde, Luis Carlos Prestes había cruzado el gran Brasil de un extremo a otro, yendo y viniendo de las praderas del sur a los desiertos del noreste, a través de la selva amazónica.
 En los tres años de caminata, la columna Prestes había luchado contra la dictadura de los señores del café y el azúcar sin haber sido derrotada.
 Es por éso que Olga Benário lo imaginó como gigantesco y devastador.
 Ella se sorprendió cuando conoció al gran capitán.
Prestes era un hombrecillo frágil, que se puso rojo cuando Olga lo miró a los ojos.
 Ella, ferviente con las luchas revolucionarias en Alemania, militante sin fronteras, llega a Brasil. Y él, que nunca había conocido a una mujer, fue amado y fundado por ella.
Ambos son prisioneros al unísono.
 Los llevan a dos prisiones diferentes.
Desde Alemania, Hitler reclama a Olga porque judíos y comunistas: sangre vil, ideas viles, y el presidente brasileño, Getúlio Vargas, se los entrega.
 Cuando los soldados vienen a recogerla a la prisión, los prisioneros se amotinan.
 Olga pone fin a la revuelta para evitar una matanza inútil y se deja llevar.
 Con vista a la rejilla de su celda, el novelista Graciliano Ramos la ve pasar, con esposas y barriga.

En el muelle, espera un barco que hace alarde de la esvástica.
 El capitán tiene la orden de no detenerse hasta Hamburgo.
 Allí Olga será encerrada en un campo de concentración, asfixiada en una cámara de gas, carbonizada en un horno."

EDUARDO  GALEANO.
De: " Mujeres."

5.3.18

" Mujeres."

" Mujeres conocidas y anónimas para celebrar
la experiencia  de desobedecer, rebelarse, ser diferentes 
e intentar cambiar el mundo."
Galeano cuenta la intensidad de personajes femeninos.
como Camille Claudel, Rosa de Luxemburgo , Alfonsina Storni
o Rigoberta Menchú.
Pero también menciona las hazañas colectivas de mujeres anónimas 
.
Mujeres protagonistas de la Historia 
y mujeres borradas de ella..
Mujeres que sueñan y mujeres castigadas por soñar.
Mujeres que sobreviven y nos ayudan a sobrevivir.
Galeano entrega en cada relato su maestría de narrador oral y 
de artesano del lenguaje , para conjurar el olvido
pero también para celebrar la experiencia 
de las mujeres que nunca se resignan.

“No hay historia muda."


“No hay historia muda.
 Por mucho que la quemen,
 por mucho que la rompan,
 por mucho que la mientan, 
 la memoria humana se niega a callarse la boca.
 El tiempo que fue sigue latiendo”

  Eduardo Galeano

Charlotte Gilman.

"La libertad es siempre libertad
 para quien piensa diferente."
 Rosa Luxemburgo

"¿Qué pasaría si una mujer se levantara una mañana convertida en hombre?
 Y si la familia no era el campo de entrenamiento donde el niño aprende a mandar ?
 ¿Qué pasa si hay guarderías?
 ¿Y si el marido compartió la limpieza y la cocina?
 ¿Y si la inocencia se convirtió en dignidad?
 ¿Y si la razón y la emoción iban del brazo?
 ¿Qué pasaría si los predicadores y los periódicos dijeran la verdad?
 Y si nadie era propiedad de nadie?

Charlotte Gilman desilusiona.
 La prensa norteamericana la ataca llamándola una "madre distorsionada"; y con más ferocidad los fantasmas que habitan el alma y la muerden internamente la atacan.
 Son ellos, los temibles enemigos que Charlotte contiene, los que a veces logran ganar.
 Pero ella se cae y se levanta, y se cae, y de nuevo se levanta y comienza a caminar de nuevo.
 Esta tenaz andadora viaja implacablemente a través de los Estados Unidos y por escrito y voz anuncia que está al revés."

EDUARDO GALEANO.

A Charlotte Perkins-Gilman (1860-1935) los médicos le prohibieron leer y escribir, lo único que le permitía escapar de su asfixiante vida familiar de esposa y madre. Según ellos, el trabajo intelectual era perjudicial para la salud de las mujeres y a Charlotte, lectora empedernida, se la condenó a no tocar un lápiz, un pincel o una pluma en toda su vida y a pasar la mayor parte del día tumbada en su cama. Esta experiencia la relató luego en su obra más conocida, El papel amarillo de la pared, en la que describe el descenso a la locura de una mujer que permanece en su habitación, los ojos fijos en el papel de la pared, el marido siempre trabajando y ella condenada a ser “el ángel de la casa”, alguien con la obligación de ser delicada, frágil, etérea, inútil.


Charlotte decidió escapar de ese horror y leer y escribir a escondidas. Y, cuando pudo escapar de su encierro, lo hizo.

“Las mujeres de los dioses”


 “Las sacerdotisas negras de Bahía aceptan amantes, no maridos.
 El matrimonio da prestigio, pero quita libertad y alegría.
 A ninguna le interesa formalizar boda ante cura o el juez:
 ninguna quiere ser esposada esposa, señora de.
 Cabeza erguida, lánguido balanceo: las sacerdotisas se mueven como reinas de la Creación.
 Ellas condenan a sus hombres al incomparable tormento de sentir celos de los dioses”.

 En :“Las mujeres de los dioses” .
De: " Memoria del fuego"
 Texto a contrapelo del machismo imperante
 en la América Latina de los primeros años ’80.

" Mujer que dice chau."

"Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí.

 Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril.
 Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas.
 También me llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente.
 Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como una ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ése fue el día en que empezó la suerte.
Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas, decíamos, todas las cosas cada vez mejores, que nos van a pasar.)
 Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). 
Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido."

EDUARDO  GALEANO.
De: " Mujeres".

San Salvador de Bahía .


"Ruth Landes, antropóloga norteamericana, llega a Brasil.
 Quiere conocer las vidas de los negros en un país sin racismo.
 El ministro Osvaldo Aranha lo recibe en Río de Janeiro. El ministro explica que el gobierno tiene la intención de limpiar la raza brasileña, sucia de sangre negra, porque la sangre negra es la culpable del subdesarrollo nacional.
De Río Ruth va a Bahía. Los negros son la gran mayoría en esta ciudad donde en el pasado los opulentos virreyes del azúcar y los esclavos tenían su trono, y el negro es todo lo que vale la pena, desde la religión a la comida a través de la música.
 Y sin embargo, en Bahía todos creen, incluso los negros, que la piel clara es una prueba de buena calidad.
 No todo: Ruth descubre el orgullo de la negritud en las mujeres de los templos africanos.
En esos templos casi siempre hay mujeres, sacerdotisas negras, las que reciben en sus cuerpos a los dioses que vinieron de África. 
Resplandecientes y redondas como balas de cañón, ofrecen sus grandes cuerpos a los dioses, que parecen casas donde es agradable llegar y quedarse.
 Los dioses entran en ellos y bailan en ellos.
 De las manos de las sacerdotisas poseídas, las personas reciben aliento y consuelo, y de sus bocas escuchan las voces del destino.
Las sacerdotisas negras de Bahía aceptan amantes, no maridos.
 El matrimonio da prestigio, pero le quita la libertad y la alegría.
 A nadie le interesa formalizar el matrimonio ante el sacerdote o el juez: nadie quiere casarse , señora de...
 Cabeza alta, ritmo lánguido: las sacerdotisas se mueven como las reinas de la Creación.
 Condenan a sus hombres al incomparable tormento de estar celosos de los dioses."

EDUARDO GALEANO.
De: " Mujeres."

“Bessie”


“Bessie”: “Esta mujer canta sus lastimaduras con la voz de la gloria 
y nadie puede hacerse el sordo o el distraído.
 Pulmones de la honda noche: Bessie Smith,
 inmensamente gorda, 
inmensamente negra, 
maldice a los ladrones de la Creación.
 Sus blues son los himnos religiosos de las pobres negras borrachas
 de los suburbios: anuncian que serán destronados los blancos y machos y ricos que humillan al mundo”.

EDUARDO  GALEANO.
De: " Mujeres."