13.7.15

"Reivindicación de la alegría."



“El terror al sida, al paso que vamos, podría convertirse en terrorismo. Esta peste parece confirmar científicamente las más jodidas maldiciones que Jehová había proferido, según el Antiguo Testamento, contra los homosexuales y contra todos los que de un modo u otro andan pegando mordiscones a la manzana prohibida, que es, como se sabe, la más sabrosa y peligrosa de las frutas del reino de este mundo.
Peor que la peste del sida es la peste del miedo, por eso bueno sería, y bien vendría, que la conmemoración del descubrimiento nos sirviera de ayudita.
Dicho así, parece de locos; y por eso lo digo: que hay que salir al paso de esta onda ascendente de puritanismo castrador que nos está amenazando con vaciar de electricidad la vida para reducirla a virtuoso, aséptico, inofensivo aburrimiento.
Y si así se hiciera no habría que encarar los festejos como un homenaje a los Reyes Católicos, fundadores de la Inquisición en España y campeones de la intolerancia y oscurantismo en América.
En cambio, el histórico cumpleaños se podría encarar como un universal aplauso a la linda gente que ha sabido mantener vivas, a pesar de tanta persecución y de tanto desprecio, las dos tradiciones más antiguas de América: la tradición de libertad y la tradición de comunidad.
Entonces sería un homenaje, pongamos por caso, a las comunidades mayas de Guatemala, que han sobrevivido a incontables campañas de aniquilación y que todavía son capaces de elegir la solidaridad y despreciar la propiedad, y que todavía llaman juego al acto de amor.
 O sería una celebración, pongamos también por caso, de la manera huichola de parir.
 Cuando van a parir, las indias huicholas, en la sierra mexicana de Nayarit, no piensan en la maldición bíblica que ha condenado a la mujer a engendrar con dolor.
 En cambio, ellas se concentran recordando aquella noche de nueve meses antes, para que el niño que va a nacer sea digno de la alegría que lo hizo”.

                                                               Eduardo Galeano,
 El tigre azul y otros artículos, págs 124-125,
                                                                       

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