2.9.15

"A sol y sombra". Galeano.




"En 1930 Albert Camus era el san Pedro que custodiaba la puerta
 del equipo del fútbol del la Universidad de Argel. 
Se había acostumbrado a jugar de guardamete desde niño,
 porque ése era el puesto donde menos se gastaban los zapatos.
 Hijo de casa pobre, Camus no podía darse el lujo de correr
 por las canchas: cada noche, la abuela le revisaba las suelas
 y le pegaba una paliza si las encontraba gastadas.
Durante sus años de arquero, Camus aprendió muchas cosas:
 'Aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno
 espera que venga. 
Éso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades,
 donde la gente no suele ser lo que dice"
También aprendió a ganar sin sentirse Dios y a perder sin 
sentirse basura, sabidurías difíciles, y aprendió
 algunos misterios del alma humana, en cuyos laberintos
 supo meterse después, en peligroso viaje, a lo largo de sus libros."
Eduardo Galeano

"No esperes el  juicio final. Éste ocurre todos los días."

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