24.4.18

Genocidio armenio : Silencio e impunidad.

"Los golpes no son lo grave, curar las heridas de la espalda;

tampoco importa el miedo a la muerte;

lo terrible es ver caer al suelo, hambrientos,
pequeños como yo...
No pido adornos ni abrigos de lana,
los esqueletos se ven siempre desnudos;
mas cuando saquen del horno los panecillos calientes,

acuérdense de mi.
A la puerta de todos los hombres,
llamaré, llamaré con insistencia,
para que nunca falte a ningún niño
su pedazo de pan cada jornada."

Mushegh Ishján



"El imperio otomano se caía a pedazos y los armenios pagaron el pato.  Una carnicería programada por el gobierno acabó con la mitad de los armenios en Turquía:
casas saqueadas y quemadas,
caravanas de desnudos arrojados al camino sin agua ni nada,
mujeres violadas a la luz del día en la plaza del pueblo,
cuerpos mutilados flotando en los ríos.
Quien no murió de sed o hambre o frío, murió de cuchillo o bala. O de horca. O de humo: en el desierto de Siria, los armenios expulsados de Turquía fueron encerrados en cuevas y asfixiados con humo, en lo que fue algo así como una profecía de las cámaras de gas de la Alemania nazi.
Veinte años después, Hitler estaba programando, con sus asesores, la invasión de Polonia. 
Midiendo los pros y los contras de la operación, Hitler advirtió que habría protestas, algún escándalo internacional, algún griterío, pero aseguró que ese ruido no duraría mucho. Y preguntando comprobó:
- ¿Quién se acuerda de los armenios?"

EDUARDO GALEANO.

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