revuelo en los círculos ilustrados de Nueva York.
Por primera vez aparecían, reunidos, los más selectos
pintores de la vanguardia artística de la ciudad: Mark
Rothko Jackson Pollock, Willem de Kooning y otros
once maestros del expresionismo abstracto.
Todos hombres, pero en la fila de atrás aparecía en
la foto una mujer, desconocida, de abrigo negro,
sombrerito y bolso en el brazo.
Los fotografiados no ocultaron su disgusto ante esa
presencia ridícula.
Alguno intentó en vano, disculpar a la infiltrada, y la
elogió diciendo:
-Ella pinta como un hombre.
Se llamaba Hedda Sterne.
Eduardo Galeano
De: "Los hijos de los días"
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