21.6.23

" Apocalipsis."

"El mundo no muere, lo que mucho me gustaría saber es cómo será este mundo

 cuando ya no haya hombres y los efectos que sólo ellos causan, 

lo mejor es no pensar en tal inmensidad, 

que da vértigo, ahora bien,

 bastará que sobrevivan unos animalillos, unos insectos,

 y habrá mundos, el de la hormiga, el de la cigarra, no abrirán cortinas, 

no se mirarán en un espejo,

 qué más da eso.

 Al fin y al cabo la única gran verdad es que el mundo no puede morir."

José Saramago.

Decía el Apocalipsis: "Junto al gran río Éufrates fue exterminada la tercera parte

 de los hombres por el fuego, el humo y el azufre". 

Y también decía: "La tercera parte de la tierra quedó abrasada, 

la tercera parte de los árboles quedó abrasada, 

toda hierba verde quedó abrasada. 

Pereció la tercera parte de las criaturas que tienen vida en el mar. 

Mucha gente murió por las aguas de los ríos, que se habían vuelto amargas." 

El autor, San Juan o quien haya sido, atribuía estas catástrofes a la ira divina.

 El nunca había oído hablar de las bombas inteligentes,

 ni del dióxido de carbono, 

ni de la lluvia ácida,

 ni de los pesticidas químicos,

 ni de la basura radiactiva.

 Y no podía imaginar que la sociedad de consumo

 y la tecnología de la devastación serían más temibles que la cólera de Dios."


EDUARDO  GALEANO.

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