"Ana quería conocer al abuelo que no conoció.
Él estaba, está , en las cartas que había escrito
desde la cárcel.
Este obrero gallego fue detenido porque sí.
Fue encarcelado por las dudas y por las dudas
fue fusilado.
Y enterrado sin nombre y con número.
"Hemorragia interna" dictaminó el certificado oficial.
La sencilla historia de este obrero gallego
culpable de nada es la historia de España.
La historia de España condenada a cuarenta años de miedo
y casi a cuarenta años de amnesia."
EDUARDO GALEANO
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