27.7.23

" Inseguridad ciudadana."

"Dudo que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; 

a lo sumo le cambiarán el nombre."


Marguerite Yourcenar.



La democracia griega amaba la libertad, pero vivía de sus prisioneros.
 Los esclavos y las esclavas labraban tierras, abrían caminos, excavaban montañas en busca de plata y de piedras, alzaban casas, tejían ropas, cosían calzados, cocinaban, lavaban, barrían, forjaban lanzas y corazas, azadas y martillos, daban placer en las fiestas y en los burdeles y criaban a los hijos de sus amos.

Un esclavo era más barato que una mula.
 La esclavitud, tema despreciable, rara vez aparecía en la poesía, 
en el teatro o en las pinturas que decoraban las vasijas y los muros. 
Los filósofos la ignoraban, como no fuera para confirmar 
que ése era el destino natural de los seres inferiores, 
y para encender la alarma. 
Cuidado con ellos, advertía Platón. Los esclavos, decía, tienen una inevitable tendencia a odiar a sus amos
 y sólo una constante vigilancia podrá impedir que nos asesinen a todos.

Y Aristóteles sostenía que el entrenamiento militar
 de los ciudadanos era imprescindible, por la inseguridad reinante.

 Eduardo Galeano.

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