"La vida es un aprendizaje constante"
Pichon Rivière
Es muy reveladora, en este sentido, la experiencia en Australia y en Nueva Zelanda. Allí, las lenguas nativas no conocían la palabra “suicidio”, por la sencilla razón de que el suicidio no existía en la población aborigen.
En estos últimos años, sus niños y jóvenes han registrado los índices de suicidios más altos del mundo.
Ante ese panorama aterrador, de tan profundas raíces, de raíces tan rotas, no hay fórmulas mágicas de curación.
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