18.1.18

"El pequeño rey zaparrastroso."



"Lejos de los demás, lejos de todos, el chiquilín se sentaba cada tarde a la sombra de la enramada y con la espalda apoyada contra el tronco, echado, con su perro siempre al lado acompañándolo... el perro con las orejitas bien paradas... se ponía a mover las manos. Contra el pecho la mano derecha bailaba como rascando el pecho, mientras la otra mano, la izquierda, se abría y se cerraba en pulsaciones rápidas...

 Así siempre, siempre lo mismo.

Un día le regalaron una guitarra. 
El la recibió.
 La miró... lustrosa, linda de tocar... probó las seis cuerdas a lo largo del diapasón y pensó: " - Qué suerte, ahora tengo dos".

EDUARDO  GALEANO

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