"El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!"
Rafael Alberti
" El pueblo boliviano de Llallagua vivía de la mina,
y la mina devoraba a sus hijos.
Metidos en los socavones, las tripas de las montañas,
los mineros perseguían las vetas de estaño
y en esa cacería perdían, en pocos años, los pulmones y la vida.
Yo había pasado un tiempo ahí, y me había hecho algunos amigos.
Y había llegado la hora de partir.
Estuvimos toda la noche bebiendo, los mineros y yo,
cantando tristezas y contando chistes, a cual más malo.
Cuando ya estábamos cerca del amanecer,
cuando poco faltaba para que el chillido de la sirena
los llamara al trabajo, mis amigos callaron, todos a la vez,
y alguno preguntó, o pidió,
o mandó: -Y ahora, hermanito, dinos cómo es la mar.
Yo me quedé mudo.
Insistían: -Cuéntanos. Cuéntanos cómo es la mar.
Ninguno de ellos iba a verla nunca, todos iban a morir temprano,
y yo no tenía más remedio que traerles la mar,
la mar que estaba lejísimos,
y encontrar palabras que fueran capaces de mojarlos."
EDUARDO GALEANO.
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